CC.OO. y UGT sienten preocupación acerca de los efectos de una posible nacionalización de YPF sobre el conjunto del plan industrial de Repsol, ya que la filial argentina tiene carácter estratégico y un peso significativo en el negocio de la petrolera.
En declaraciones a Europa Press, el secretario general de la Federación de Industrias Textil-Piel, Químicas y Afines de CC.OO. (Fiteqa), Joaquim González Muntadas, aseguró que «los trabajadores de Repsol España tienen conciencia de que son parte de un grupo industrial global y que las tensiones a muchos kilómetros de su puesto de trabajo también afectan de forma directa a sus condiciones de trabajo».
Para González, Argentina «se equivoca» al «no aprovechar al máximo la voluntad inversora de Repsol», así como su «demostrada capacidad tecnológica» y su capacidad «para generar alianzas» en el «colosal» proyecto de explotación de Vaca Muerta.
Además, el sindicalista recuerda al Gobierno argentino que las reglas y leyes internacionales deben seguir presidiendo las relaciones de Repsol con el país y califica de «muy mala noticia» los últimos acontencimientos en el país, que dañan la «necesaria estabilidad y seguridad de las empresas españolas en la zona» y podrían provocar «negativas consecuencias económicas para ambas partes».
CC.OO., que apoya por este motivo «las gestiones y esfuerzos» del Gobierno español, recuerda además que en la época del ‘corralito’ y la crisis argentina los trabajadores de Repsol en España, a través de los sindicatos, pactaron una congelación salarial para hacer frente a la situación del país iberoamericano.
«En aquellos momentos difíciles Repsol, con el apoyo de los sindicatos españoles, lejos de abandonar sus inversiones, cuando posiblemente era la solución más cómoda como hicieron muchas otras empresas, saneó la estructura financiera de YPF hasta dejarla sin deuda alguna y mantuvo todos los puestos de trabajo», señala.
González también asegura que Repsol está «comprometida» con las inversiones en Argentina y con el proyecto de Vaca Muerta, así como con «la creación y desarrollo de una industria auxiliar, construyendo así un nuevo sector industrial estratégico de la economía argentina, lo que por supuesto es también interés de Repsol YPF».
Preocupación en UGT
Por su parte, el coordinador de UGT en Repsol, Jenaro Prendes, indicó en declaraciones a Europa Press que el sindicato se encuentra «preocupado con todo lo que afecte al plan industrial de la compañía» y comparte la incertidumbre acerca de lo que pueda ocurrir con la filial argentina.
«No sabemos si el Gobierno argentino quiere lanzar un órdago o si quiere negociar», aseguró Prendes, antes de cifrar en entre el 30% y el 40% el peso de YPF sobre el conjunto de Repsol en términos de beneficio.
«No solo afecta al beneficio, sino al conjunto de la estrategia de Repsol y a su capacidad financiera para hacer otros proyectos industriales. Tenemos una gran inversión allí» y cualquier nacionalización afectará al «empleo», afirmó.
De los 2.179 millones de barriles equivalentes de petróleo de reservas probadas del conjunto de Repsol YPF a cierre de 2011, un total de 1.013 millones de barriles corresponden a la filial argentina, frente a los 1.167 millones de barriles del resto de la empresa.