En la sala de prensa de la sede de Repsol en el Paseo de la Castellana de Madrid apenas había huecos libres. Antonio Brufau, presidente de la petrolera, daba este martes una extensa y multitudinaria rueda de prensa en la que no han faltado datos y no ha esquivado ni una sola de las preguntas de los periodistas.
A su juicio, la nacionalización de YPF es una manera de “tapar” la crisis económica y social a la que se enfrenta Argentina y que está motivada por las políticas energéticas “incorrectas” que está llevando a cabo el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Brufau califica la expropiación de “ilegítima e injustificable” que viene precedida por una campaña de hostigamiento compuesta por “coacciones adecuadamente planificadas” para facilitar una nacionalización “a precio de saldo”. Pero avisa: “estos actos no quedarán impunes”. Por eso Repsol iniciará “todas las medidas legales que estén a su alcance”. Desde lo contencioso administrativo a reclamaciones ante los mercados de valores y los tribunales internacionales de arbitraje. El objetivo: “preservar el valor de nuestros activos y los intereses de los accionistas”.
En total, Brufau calcula que YPF vale 18.300 millones de dólares. La petrolera presidida tiene un 57,4% del accionariado de YPF, lo que supone 10.500 millones de dólares ó 8.000 millones de euros. Y eso es lo que Repsol reclamará a Argentina. “Vamos a ir a por todas”, afirma.
El presidente de Repsol ha querido dejar claro que su compañía ha hecho todo lo posible por mantener el diálogo con Cristina Fernández, pero la presidenta argentina ha hecho oídos sordos y ha terminado autorizando una expropiación que, a juicio de Brufau, no está “justificada desde la utilidad pública”. De ahí que la considere “discriminatoria”. La nacionalización sólo afecta a YPF, no a otra compañía petrolera de Argentina y “sólo a Repsol”. Además, implica un “incumplimiento” de las obligaciones que asumió el la nación argentina cuando se privatizó YPF, en el año 1999.
Vaca Muerta “en el centro”
Los recursos descubiertos por Repsol en el yacimiento de Vaca Muerta, recursos no convencionales, son, para Antonio Brufau, otra de las razones que han llevado al Gobierno argentino a hacerse con el 51% de las acciones de Repsol en YPF. Según los datos que se extraen de una evaluación de reservas y recursos realizada por Ryder Scout, el total de recursos y reservas de hidrocarburos descubiertos en Vaca Muerta ascienden a 22.807 millones de barriles equivalentes de petróleo. Esto es sólo el 49% del dominio minero que YPF tiene en el yacimiento. Los analistas calculan que el valor de este dominio es de 13.700 millones de dólares. Y ahí radica, según Brufau, el interés de la presidenta “sin lugar a dudas”. Además, considera que Kirchner «tiene ganas de bronca» por tratarse de una compañía de origen español. Y va más allá. Cree que la decisión de la expropiación estaba tomada «desde el día uno del nuevo Gobierno (en referencia a la victoria de Cristina Fernández en las elecciones)».
Actitud “vergonzosa” y “patética”
A Antonio Brufrau no le ha temblado la voz al calificar de “vergonzosa y absolutamente patética” la actitud del Gobierno argentino al mandar al representante estatal en el directorio de Repsol-YPF, Roberto Baratta, a la sede de la petrolera en Buenos Aires y “obligar a marcharse” a los españoles que trabajan allí “antes de que la presidenta terminase su discurso”. En la capital porteña trabajan 4 altos directivos de Repsol y unos 40 técnicos españoles que este lunes vieron cómo les echaban de sus puestos de trabajo por orden del Gobierno argentino.
Critica que Baratta entrara en la sede amparándose en «una ley del dictador Videla» y que tomó esta medida contra una empresa que «ha invertido 20.000 millones de dólares» en el país y que, “por solidaridad”, aumentó la actividad en país en la época del ‘corralito’ y hasta creó puestos de trabajo.
Por el contrario, el presidente de Repsol ha destacado “la mesura y el tacto” con el que está llevando el caso el Ejecutivo de Mariano Rajoy. “El Gobierno ha actuado con firmeza”, afirma Brufau. Rajoy está estos días de viaje por México y Colombia y ya ha recabado el apoyo del presidente azteca, Felipe Calderón.
Brufau asegura que Moncloa está “absolutamente informada” de lo que va aconteciendo y adelanta que cualquier gestión que realice “tenga éxito o no”, será “agradecida”. Si bien, el éxito en este asunto no parece que entre en los planes de Repsol. “Me gustaría pensar que la decisión no es irreversible, pero no soy optimista”.
Sea como fuere, lo cierto es que la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF por parte del Gobierno argentino, no va a tener repercusión “ni en los precios del carburante, ni en las compras, ni en el aprovisionamiento de España”, asegura. Es más, la salida de la petrolera de YPF “no afecta” a la capacidad de todos los negocios de Repsol “fuera de Argentina”.
Cristina Rodríguez