La petrolera española Repsol mantenía contactos con China Petroleum & Chemical Corporation (Sinopec), compañía con la que colabora en sus operaciones en Brasil, de cara a la venta de una participación de control en su filial argentina YPF justo antes de que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunciara la expropiación de un 51% del accionariado de la compañía en manos de Repsol, según informa el diario Financial Times, que cita dos fuentes conocedoras de la operación.
Sin embargo, los contactos al respecto, que se habían desarrollado a espaldas del Gobierno argentino, a pesar de que este debía dar el visto bueno final a la operación en virtud de su ‘acción de oro’ en YPF, se frustaron cuando el pasado lunes la presidenta argentina anunció la decisión de su Gobierno de expropiar un 51% de la petrolera en manos de Repsol, dejando a la compañía española únicamente con una participación cercana al 6%.
En una rueda de prensa celebrada este martes en Madrid, el presidente de Repsol, António Brufau, cifró el valor de YPF en 18.300 millones de dólares (unos 14.000 millones de euros) y reconoció haber recibido propuestas por escrito de varias empresas internacionales para adquirir una parte de YPF. El interés de las compañías petroleras chinas por YPF no es nuevo, puesto que ya en 2009 Petrochina y CNOOC mostraron su interés en adquirir la compañía a un precio de más de 15.000 millones de dólares.
«Mezquino acto de piratería»
El reciente anuncio por parte de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de la expropiación de un 51% del accionariado de YPF en manos de Repsol supone «un mezquino acto de piratería económica», aparte de una descarada discriminazión hacia la petrolera española, según afirma en un editorial el diario británico ‘Financial Times’.
«La expropiación ha recibido aplausos en Buenos Aires, donde se ve como un impulso a la seguridad energética, pero, en realidad, se trata de un mezquino acto de piratería económica en el que Argentina ha discriminado descaradamente a Repsol al desposeerla de prácticamente su 57% en la compañía violando los tratados bilaterales de inversión, mientras que los inversores domésticos conservaban sus acciones sin ninguna molestia», señala el rotativo.
De hecho, el periódico de cabecera de la ‘City’ apunta que las justificaciones ofrecidas por Fernández de Kirchner sobre la falta de inversiones de Repsol sólo tratan de desviar la atención sobre las políticas fallidas de su Gobierno.
Asimismo, ‘FT’ advierte de que la nacionalización no sólo no solucionará los problemas apuntados, sino que probablemente los agravará, ya que una YPF controlada por el Estado no contará ni con los recursos ni con la capacidad de explotar los yacimientos argentinos, mientras que la expropiación «dificilmente animará a cualquier otro inversor extranjero a echar una mano».
Por otro lado, el diario señala que, aunque aún se desconoce la compensación que el Gobierno argentino ofrecerá a Repsol, al ser esta determinada por un tribunal del país austral lo más probable es que la decisión sea injusta para los intereses de la compañía española, que no cobrará nada durante años, mientras que el impacto en las operaciones de la empresa será grande.
Además, en opinión del ‘FT’, el Gobierno español cuenta con escaso margen de maniobra, mientras que una accion multilateral tampoco podría resultar mucho más efectiva, dado el historial de Argentina. Sin embargo, el diario subraya la necesidad de que la UE no se quede de brazos cruzados y presione para lograr que el G20 suspenda al país austral y recordar a la presidenta argentina que los actos tienen consecuencias.