Los peritos de Fórum Filatélico han conseguido desentrañar el entramado societario internacional construido por sus gestores, que propició la desaparición de 2.848 millones de euros de los cerca de 290.000 clientes de la empresa desde su creación en 1979 hasta la intervención judicial del 9 de mayo de 2006.
Los dos peritos nombrados por el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional han enviado al juez Pablo Ruz su informe pericial con el que finalizan la investigación del caso y al que tuvo acceso Europa Press. Este será el paso previo al cierre del sumario y a la presentación de los informes de calificación de las partes, así como la petición de apertura de juicio oral contra los más de un decena de imputados.
El informe, de 885 páginas, concluye que Fórum «sobrevivió durante años gracias a la estructura piramidal de obtención de fondos» y que su negocio era «económicamente inviable, aunque hubiera operado sin sustracción de fondos societarios». Los investigadores no han conseguido localizar el dinero invertido por los clientes.
Los peritos sitúan al frente del centenar de sociedades proveedoras «interpuestas» de la filatélica al prófugo de la justicia José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, de 63 años y natural de La Seu d’Urgell (Lérida), en busca y captura internacional desde hace casi un lustro.
Los peritos dividen los 25 años de historia de Fórum en cinco etapas, durante las que se creó «un conjunto muy numeroso de sociedades, extranjeras en su mayor parte, que canalizaban flujos monetarios por todo el mundo bajo la apariencia de comercializar con valores filatélicos».
De 1979 a 2006
Durante la primera etapa (1979-1994), el fundador de la empresa, fallecido, Jesús Fernández Prada, actuaba con dos empresas proveedoras «interpuestas» domiciliadas en España, que facturaban al proveedor real de sellos para posteriormente volver facturar a Fórum. Los peritos no han podido determinar el dinero que salió de la empresa en este periodo.
Al final de esta etapa comenzó la expansión internacional con la constitución de sociedades en Reino Unido y Delaware (Estados Unidos), que se convirtieron en matrices de los proveedores «aparentes» y cuya administración pasó a mano de sociedades constituidas en la Isla de Man.
Durante la segunda etapa (1994-1998), denominada por los peritos como la de los ‘proveedores irlandeses’, se repetiría el esquema de pago anterior pero con una «mayor complejidad» societaria cuyo centro se radicó en el país anglosajón. Entre 1995 y 1998 el encarecimiento de la mercancía se situó entorno a los 33 millones de euros.
En la tercera etapa (1999 a mayo de 2000), el entramado de sociedades adquiere «sofisticación» y Llorca se refugia detrás del ciudadano austriaco Reinhard Amann, que crea el entramado de «proveedores europeos» en países como Francia, Portugal, Alemania, Holanda, Luxemburgo, Liechtenstein, entre otros.
En esta etapa las facturas emitidas por estas sociedades proveedoras pasaron a ir acompañadas de movimientos de cajas que supuestamente contenían sellos, lo que provocó un perjuicio económico de unos 37,6 millones de euros. En estos años las autoridades de Alemania y Portugal abrieron sendas investigaciones por presunto blanqueo de capitales.
Esto provocó el cambio de operativa en la cuarta etapa (mayo de 2000 a 2005), cuando el último presidente de Fórum, Francisco Briones, sustituyó a Prada al frente de la empresa tras publicarse una noticia en la prensa que le relacionaba con el tráfico de armas.
Briones comenzó a retirar la filatelia de los almacenes de Fórum para alimentar el circuito de proveedores estableciendo un «circuito de redistribución» a través de tres sociedades españolas. El dinero distraído con este mecanismo alcanza los 213 millones de euros y la mercancía comprada a proveedores reales se encareció en 18,6 millones de euros.
En 2003, la Agencia Tributaria española sometió a Fórum a la primera inspección fiscal poniendo de manifiesto las incoherencias entre las compras, ventas y las existencias contabilizadas, detectando una falta de género o que las ventas reales debían ser mayores. En noviembre de 2004, Fórum acabó con las retiradas de sellos y en mayo de 2005 ordenó la vuelta de la filatelia.
Quinta etapa
La quinta etapa, a partir de 2005 Fórum cambió la filatelia que servía de base a los contratos y su presidente creó una sociedad -Spring Este- mediante la que se beneficiaba del encarecimiento de los sellos. La empresa se constituyó por 3.006 euros y nueve meses después tenía un beneficio de más de 8 millones de euros con Fórum como único cliente.
El encarecimiento de la filatelia durante esta etapa se fija entorno a los 10 millones de euros. La nueva filatelia se podía comprar a precios muy por debajo de catálogo, lo que permitía a Fórum adjudicar los sellos a los clientes a dicho precio y dar la impresión de que operaba a precios de mercado.
Briones preveía obtener con Spring Este un margen del 80% con la venta masiva de sellos a Fórum, cuya administración «tenía encomendada». La mañana del 9 de mayo de 2006 agentes adscritos a la Unidad Central de Delincuencia Económica y de Blanqueo de Capitales del Cuerpo Nacional de Policías irrumpieron en las sedes de Fórum y Afinsa por orden de la Audiencia Nacional, a raíz de una querella presentada por Anticorrupción, derivada de la Agencia Tributaria.
La intervención se saldó con más de 480.000 clientes afectados y pérdidas de más de 4.800 millones de euros. Las filatélicas les ofrecían intereses de cerca del 6% por su inversión en sellos y sus gestores están acusados de captar ahorro al operar como entidades financieras.