La Administración Concursal de Viajes Marsans ha asegurado este martes que si no se hubiesen producido las salidas de tesorería del grupo turístico hacia otras sociedades del mismo seguramente la compañía no hubiese entrado en concurso de acreedores y su situación «no hubiese tenido nada que ver» con la actual.
Durante la segunda jornada de la vista de calificación de Viajes Marsans ante el Juzgado de lo Mercantil que lleva el caso, la administración ha insistido en que la compañía estaba «muerta» antes del concurso y que su quiebra no se debió a un «complot», sino a las distracciones de fondos por valor de unos 300 millones.
El representante de la administración Rafael Martín ha explicado que la retirada de la licencia para vender billetes aéreos por parte de la Agencia Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en 2010 y la exigencia de un aval de 20 millones para recuperarla fue solo una una consecuencia de la falta de tesorería del grupo.
Para la Administración, Marsans no tenía capacidad de dar garantías a la banca, que «cortó el grifo de manera escabrosa», en tanto que los proveedores «estrecharon sus condiciones a la hora de dar sus servicios».
Tras la revocación de la licencia, la administración ha cifrado en un 21% la caída de las ventas y ha subrayado que los antiguos dueños, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, se fijaron un sueldo anual del unos 185.000 euros que cobraron «en su totalidad» cuando la compañía era ya insolvente en una operación «simulada» para pagar a terceros.
En el caso de Díaz Ferrán, este dinero no se ingresó en una cuenta a su nombre, sino que los fondos se «distrajeron» a una cuenta de Wells Fargo, ha indicado el representante de la Administración Rafael Martín, quien se ha preguntado porqué si el dinero se destinó supuestamente al pago de proveedores no se ingresó directamente en la cuenta de Marsans.
Con respecto a Posibilitum Business, la empresa controlada por Ángel de Cabo que se hizo con el control de la compañía justo antes de que fuese declarada en concurso de acreedores en junio de 2010, Edorta Etxarandio, otro de los miembros de la Administración, ha resaltado que es una sociedad sin plantilla y el «vehículo» para adquirir el grupo utilizando criterios «paralegales» para liquidarlo.
Los actuales administradores piden que los antiguos dueños de Marsans sean declarados culpables por agravar de forma «dolosa» la insolvencia del grupo, que sean inhabilitados por un plazo de hasta 15 años, que pierdan sus derechos como acreedores y que sean condenados a indemnizar por los daños y perjuicios ocasionados.