El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Zamora ha dictado auto de liquidación de las bodegas Marqués de Olivara (D.O. Toro), que pertenecen al conglomerado de Nueva Rumasa y a las que un acreedor reclama una deuda cercana a 54 millones de euros, según informó el nuevo propietario del holding en un comunicado.
Back in Business, sociedad del grupo del empresario Ángel de Cabo, se hizo con estas bodegas cuando adquirió las empresas de Nueva Rumasa el pasado mes de septiembre.
El auto de liquidación, según explican los nuevos propietarios, «está basado en un incidente concursal» presentado en la fase común del concurso por parte de un acreedor (la agencia Carat) que reclama un importe cercano a los 54 millones de euros.
Esta deuda corresponde a la etapa de la gestión de la familia Ruiz-Mateos y no procede de la actividad propia de la bodega, sino que «está generada por garantías cruzadas de otras sociedades del grupo Nueva Rumasa, en concreto diversas campañas de publicidad a nivel nacional», indica Back in Business.
Según los nuevos propietarios, «desgraciadamente esta era una práctica muy habitual por parte de los anteriores gestores del grupo, lo que lastra en gran medida el futuro de una actividad que, tras una adecuada reestructuración, podría ser perfectamente viable».
«En estos diez meses de trabajo hemos impulsado la actividad, optimizado la comercialización de forma autónoma a nivel nacional e internacional, mantenido los puestos de trabajo y cumplido todas las obligaciones de pago con trabajadores y acreedores», añaden, antes de subrayar que una bodega que apenas factura un millón de euros «no puede hacer nada ante una deuda que no es suya de 54 millones».
Back in Business aseguró que promoverá, en colaboración con la administración concursal de la empresa, la venta de la unidad productiva, una operación que, a su juicio, permitiría «asegurar la continuidad de la actividad y mantener los puestos de trabajo de la bodega».