El presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, ha defendido este jueves un coste «justo» para el capital, en el contexto de limitación de intercambio de capitales en los mercados, según ha expuesto en la presentación de resultados de la entidad correspondientes al primer trimestre. En este sentido, ha defendido que «el coste de capital debería estar en los libros como el coste salarial», e igual que el salario debe tener un precio justo, el coste de capital también debería ser justo.
En un trimestre en el que CaixaBank ha ganado 335 millones, frente a los 48 millones de hace un año, tras la integración de Banca Cívica y Banco de Valencia, Fainé ha afirmado que «el objetivo es maximizar el beneficio y el dividendo del grupo, porque es de donde se nutre la obra social».
También ha dado por «concluido» el proceso de solución para los clientes que invirtieron en participaciones preferentes tras la conversión y contactos individuales, y ha querido lanzar un mensaje optimista respecto al futuro general, ya que ha visto contraproducente ser un directivo «cenizo».
Respecto a los próximos meses, ha augurado que CaixaBank se va a volcar en Banco de Valencia, cuyo negocio ya ha incorporado y cuya integración tecnológica ha situado para julio, tras la junta de accionistas de Banco de Valencia que deberá dar el visto bueno definitivo a la absorción en junio.