Ryanair ha advertido este miércoles de que el impuesto ambiental a la aviación comercial impulsado por la Generalitat supondrá la pérdida de 71 millones de euros en concepto de ingresos turísticos.
Así lo ha dicho en rueda de prensa el director comercial de Ryanair, David O'Brien, que ha cifrado en medio millón de euros anual el impacto de esta tasa en los costes de la aerolínea irlandesa, y ha asegurado que su aplicación podría comportar la reducción de 20 frecuencias semanales y una pérdida de 80.000 turistas en Barcelona.
Para O'Brien, este impuesto es «estúpido, discriminatorio e ilógico» porque no prima la reducción de emisiones, sino que ofrece incentivos a aerolíneas que operan largo radio y a las que aporten pasajeros de conexión y que, por tanto, realizan el doble de despegues y aterrizajes.
El Gobierno catalán aprobó en febrero el proyecto de ley para crear tres nuevos impuestos ambientales que, según sus cálculos, permitirán a la Generalitat recaudar 50 millones de euros anuales al tiempo que se cumplen las recomendaciones de la UE sobre fiscalidad ambiental.
El objetivo es gravar las emisiones contaminantes que produce la aviación comercial en las fases de despegue y aterrizaje, el posible daño medioambiental derivado de la producción termonuclear de energía eléctrica y la emisión de determinados contaminantes generados en varias instalaciones industriales y de combustión.
El Ejecutivo catalán aseguró que el impuesto a la aviación comercial sólo afectará al Aeropuerto de Barcelona y con esta tasa se recaudarán alrededor de 3,9 millones de euros, aunque O'Brien ha invitado a la Generalitat a pensar en la repercusión que tendrá sobre el sector turístico.
Sin previsiones para Reus y Girona
Preguntado por si la aplicación de la tasa tendría repercusión en la operativa de Ryanair tanto en El Prat, como en Girona y Reus, ha dicho que la aerolínea todavía no ha tomado una decisión a la espera de hablarlo con el Gobierno catalán, pero ha dicho que la tasa «no alienta» a crecer.
Desde El Prat, Ryanair opera 30 rutas, 510 vuelos semanales y transporta a 4,8 millones de pasajeros, y de cara a la próxima temporada de invierno crecerá un 16% gracias a incorporar nuevos destinos, Edimburgo y Manchester, y al aumento de frecuencias en las rutas de Londres, Milán, Dublín, París, Venecia, Budapest, Varsovia y Tenerife.
Sin embargo, O'Brien ha querido dejar claro que este crecimiento «no ha sido gracias a la Generalitat, sino a los acuerdos firmados con otros aeropuertos europeos que quieren volar a Barcelona», y ha criticado la política de incremento de tasas aeroportuarias impulsada por Aena en los últimos años.
Sobre si prevé abandonar los aeropuertos de Girona y Reus para centrarse en El Prat, ha dicho que «todo es posible», y ha precisado que hasta dentro de unas semanas no se tomará una decisión sobre la temporada de invierno de estos dos aeropuertos, en los que ha dicho que sólo Ryanair puede hacer negocio y satisfacer las necesidades locales.
Pasajero 'business'
Ryanair apuesta ahora por ofrecer nuevos servicios a sus clientes, como una nueva web más moderna y manejable, asientos asignados en los vuelos y la posibilidad de viajar con una segunda maleta de mano gratuita, y está mejorando los horarios para adaptarse a las necesidades del pasajero de negocios, que supone un 30% del total actualmente.
Esta nueva política lleva gestándose un año, y O'Brien ha indicado que se ha traducido en un 7% de incremento de la demanda, y entre otros nuevos servicios que se añadirán en los próximos meses destacan la posibilidad de tener las tarjetas de embarque en el móvil y nueva 'app' para 'smartphones' y tablets.
La aerolínea irlandesa, que movió en 2013 más de 81,5 millones de viajeros, opera 1.600 rutas, cuenta con 68 bases, tiene presencia en 186 aeropuertos y cuenta con una flota de 300 aviones, a la que se incorporará en los próximos años un pedido de otras 175 aeronaves, con las que se prevén alcanzar los 110 millones de pasajeros: «Queremos expandirnos por todos los rincones de Europa».