El presidente de Endesa, Borja Prado, ha anunciado este lunes que se solicitará la reapertura de la central nuclear de Santa María Garoña, propiedad de Nuclenor -empresa participada por la eléctrica e Iberdrola-.
«Estamos tomando todas las medidas oportunas que son necesarias, capitalizando la compañía. Lo que pasa es que depende mucho del Gobierno, más que de nosotros», afirmó Prado en declaraciones a la prensa tras la Junta General de Accionistas de la compañía.
A este respecto, el consejero delegado de Endesa, Andrea Brentan, matizó que las razones económicas que motivaron en 2012 la parada de Garoña ya no existen, debido a que ha habido un cambio en la legislación que concierne a la retroactividad de los impuestos a los residuos nucleares, de manera que ese obstáculo «ha desaparecido».
Respecto al plazo para la reapertura de Garoña, Brentan, que advirtió que en el futuro será necesario «cuidar cómo se desarrolla un mercado mayorista que hoy está totalmente distorsionado», subrayó que «no hay un tiempo por ley», y que estará en manos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
«Depende del tiempo que se tome el CSN de estudiarlo, de las inversiones que hay que hacer. No está en nuestra mano, pueden ser tres meses o un año«, añadió Prado sobre el tema.
Mientras, la central de Santa María de Garoña tiene ya toda la documentación preparada para presentar al Ministerio de Industria, Energía y Turismo la solicitud de renovación de su permiso de explotación, previsiblemente hasta 2024, según indicó a Europa Press el portavoz de la central, Elías Fernández.
Pese a tener el material preparado, la central se encuentra a la espera de recibir órdenes de los propietarios, lo que debe producirse antes del 6 de julio próximo, que es la fecha en la que se cumple un año de la expiración de la licencia de operación anterior.
El pasado mes de febrero el Gobierno aprobó un real decreto en el que se modificaba el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas con el fin de que una central nuclear cuyo cierre no se deba a fines relacionados con la seguridad nuclear o la protección radiológica, es decir, por motivos económicos, dispondría de un año a partir de su cese de actividad para solicitar una nueva renovación de su permiso de explotación.
Así, el texto permite a Santa María de Garoña, que dejó de producir electricidad en diciembre de 2012 -siete meses antes de la caducidad de su licencia- solicitar su renovación de la licencia y reanudar su actividad.
Información sobre la publicidad
En lo que se refiere a la investigación de la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) sobre la publicidad de las eléctricas respecto a las tarifas, Prado consideró que es un tema que tiene «más un carácter de información que de investigación».
Por su parte, Brentan insistió en que el Gobierno tiene en la reforma fiscal en la que está trabajando «una maravillosa ocasión» para sacar de la factura parte de ese al menos 50% que representan cargas fiscales para los consumidores y que «poco tienen que ver con el funcionamiento eléctrico».
Finalmente, Borja Prado reiteró que con el Gobierno existe un diálogo «cordial, constructivo, de tratar de solventar y ayudar». «En algunos casos el Gobierno nos ha escuchado y seguimos teniendo un trato muy cordial, nunca nos hemos encontrado una problemática de que no nos reciban. Ha habido ese diálogo, lo que no hemos conseguido ese diálogo de trabajo».