Ryanair registró en su último ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 31 de marzo, un beneficio neto de 522,8 millones de euros, lo que supone un 8% menos que en el ejercicio anterior, cuando registró 569,3 millones de euros, según informó la compañía en un comunicado.
La compañía basó este descenso en la reducción del 4% de sus tarifas, la debilidad de la ley y el aumento del coste de combustible.
La aerolínea incrementó un 3% sus ingresos, hasta los 5.036,7 millones de euros, tras incrementar sus pasajeros un 3%, hasta alcanzar los 81,7 millones de viajeros transportados, frente a los 79,3 millones de pasajeros de su ejercicio fiscal anterior.
No obstante, la 'low cost' también aumentó sus gastos un 5%, hasta 4.378 millones de euros, con un crecimiento del 6,7% en los costes de combustible, que alcanzaron 2.013 millones euros.