La asamblea de La Caixa ha aprobado este jueves su transformación en la Fundación Bancaria La Caixa, por lo que perderá su condición de entidad de crédito y pasará a centrarse en la Obra Social, mientras que vehiculará su participación en CaixaBank a través de Criteria, holding que controla al 100%.
Esta transformación servirá para que la entidad presidida por Isidre Fainé se adapte a las exigencias de la Ley de Cajas, sobre lo que Fainé ha expuesto en la asamblea: «La Ley nos fuerza a transformarnos en fundación bancaria, pero nuestra unión con CaixaBank es sólida y duradera, y nuestros destinos deben mantenerse ineludiblemente unidos».
La Caixa controla el 60,5% de CaixaBank con datos de marzo, y su participación pasará a ser del 55,9% sobre bases totalmente diluidas en 2017, de forma que, aunque habrá reducido su peso, seguirá siendo el accionista mayoritario.
La Fundación Bancaria La Caixa nace con una dotación inicial de 5.868 millones de euros, con unos fondos propios consolidados de 16.519 millones, y un valor de mercado, a 31 de marzo de 2014, de 19.837 millones.
Con unos activos netos de 20.000 millones de euros, será la primera Fundación de Europa continental y la tercera del mundo, por detrás de la fundación estadounidense Bill & Melinda Gates y la británica Wellcome Trust, según la entidad.
Fainé ha querido destacar que la asamblea de este jueves es «tan especial como trascendente», y que esta transformación permite al grupo La Caixa garantizar y reforzar su actuación en todos los ámbitos: el financiero, el empresarial y el social.
«Tenemos 110 años de historia y muchas cosas han cambiado a lo largo de estos años. Pero el modelo de La Caixa se ha adaptado a los cambios regulatorios y sigue siendo el mismo. Nuestros valores no cambian. Nuestro modelo, tampoco», ha recalcado.
Ha hablado de liderazgo, voluntad de superación y sentido de la excelencia, así como de confianza, honestidad y profesionalidad: «Procurando ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos. Y desde el compromiso social, ya que esta es nuestra esencia fundacional».
Ha incidido en que la Obra Social no cambiará, y en que seguirán trabajando para mantenerla y reforzarla, a la vez que el banco «continuará siendo el corazón del grupo».
El director general de La Caixa, Joan Maria Nin, ha señalado que «en un entorno normativo exigente y cambiante, La Caixa ha evolucionado, adaptándose con flexibilidad y manteniendo sus prioridades estratégicas».
Peticiones sindicales
Como Fainé, el sindicato UGT también ha defendido la unión de la fundación y el banco en su intervención en la asamblea, al considerar de «vital importancia» que el banco sea la pieza clave de la fundación bancaria y que la mayoría de las acciones de CaixaBank sigan en manos de la fundación.
El objetivo es seguir garantizando que no haya exclusión financiera de una parte de la sociedad, así como dar continuidad al talante negociador con los representantes de la plantilla que ha permitido evitar despidos forzosos durante el «duro proceso de reestructuración».
En una línea similar, CC.OO. ha pedido que la nueva estructura del Grupo La Caixa dé continuidad al modelo de cajas para evitar la exclusión financiera, y que CaixaBank mantenga la función social en la actividad financiera.
Proceso completo en unos meses
El visto bueno de la asamblea a la transformación en fundación bancaria implica la disolución de la Fundación La Caixa, como ya se anunció en marzo, y la cesión de sus activos y pasivos a La Caixa, que se encargará directamente de su Obra Social previsiblemente a partir del tercer trimestre de este año.
También se ha aprobado la determinación de la dotación inicial de la Fundación Bancaria La Caixa, sus estatutos y su patronato, que será su máximo órgano de gobierno y estará compuesto por 15 miembros.
Sobre el nuevo patronato, Fainé ha expuesto: «Consideramos muy importante que el patronato pueda seguir la línea que ha mantenido La Caixa, es decir, una actuación independiente sin interferencias externas».
Patronato
El consejo de administración de La Caixa propuso los miembros del patronato de la nueva fundación bancaria, que en su mayoría proceden del consejo de administración de La Caixa o de la actual Fundación La Caixa.
Con todo, plantea tres incorporaciones: el presidente de Abertis, Salvador Alemany; el presidente de Telefónica, César Alierta, y el presidente de Grupo Financiero Inbursa, Carlos Slim.
La propuesta de patronato inicial está compuesta por un representante de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País –como entidad fundadora, en un cargo rotatorio cada dos años por orden de antigüedad–, y otros dos designados por Cáritas y Cruz Roja, respectivamente –como entidades representativas de intereses colectivos–.
Como personas independientes de reconocido prestigio profesional en las materias relacionadas con el cumplimiento de los fines sociales figuran Javier Solana, Jaume Lanaspa y Salvador Alemany.
Finalmente, los nueve miembros correspondientes al grupo de personas que posean conocimientos y experiencia específicos en materia financiera son Isidre Fainé, Josefina Castellví, el exconseller Francesc Homs, César Alierta, Carlos Slim, Maria Teresa Bassons, Javier Godó, Juan José López Burniol, y Alejandro García-Bragado.
Aprobación de las cuentas
Además de la transformación de La Caixa, la asamblea general ha aprobado este jueves las cuentas anuales y los informes de gestión del ejercicio 2013, tanto individuales como consolidados, así como la gestión del consejo de administración y la aplicación de resultados.
También ha dado luz verde a la memoria y los estados financieros de la Obra Social referidos a 2013, y al presupuesto de 2014, que asciende a 500 millones de euros por séptimo año consecutivo.