La Junta Directiva de la CEOE ha ratificado por unanimidad el preacuerdo salarial alcanzado con los sindicatos dentro del nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que prevé subidas de sueldos de hasta el 1% en 2015 y de hasta el 1,5% en 2016, además de la posibilidad de que los salarios no suban menos que el IPC acumulado en estos años. Sin embargo, el presidente de la patronal, Juan Rosell, y el de Cepyme, Antonio Garamendi, han recordado en rueda de prensa que el acuerdo es «una recomendación, no una obligación».
Así, han subrayado que el 60% de las empresas, la mayoría pequeñas y medianas, que representan alrededor del 98% del tejido empresarial, siguen en pérdidas, con lo que en la negociación de los convenios «irán al 0,5%, el 0,4% o el 0,3%». Ello supone permanecer, ya no en la línea de moderación salarial del anterior AENC, sino apostar por incrementos salariales inferiores al 0,6% que recomendaba dicho acuerdo para 2014.
Asimismo, ambos líderes patronales han negado que se haya incluido en el preacuerdo una cláusula de garantía salarial que blinde subidas salariales, al menos, en línea con el IPC. Según han señalado, el texto lo que incluye es una mera «recomendación» para que los sueldos no pierdan poder adquisitivo y han justificado esta disposición ante la previsión de que la inflación no supere el 2,5% en los próximos dos años.
«Hay suficiente holgura para que no vaya a ser necesario» suscribir ninguna cláusula de este tipo, ha añadido Rosell, quien ha explicado que a día de hoy se están firmando convenios tanto por encima como por debajo de los límites pactados, pero en todo caso esos porcentajes son a los que de manera natural deberían devenir los incrementos pactados en los convenios. «Estamos recomendando, no obligado», ha insistido.
Así pues, a la espera de que los técnicos de patronal y sindicatos concreten un texto definitivo, previsiblemente mañana, Rosell ha indicado al inicio que la recomendación de subidas salariales es «suficientemente amplia y tiene suficientemente margen».
Al respecto, Garamendi ha concretado que si el texto habla de subidas hasta 1% en 2015, eso significa que se pueden negociar actualizaciones salariales «desde menos infinito al 1%». «En la organización que represento, los negociadores van a estar en el 0,5%, el 0,4% o el 0,3%», ha dicho, el patrón de las pymes, tras recordar que estos eran los márgenes que las pequeñas y medianas empresas habían defendido durante la negociación.
Para ponerle nombre a esos porcentajes, Garamendi ha concretado que los negociadores «van a estar en la moderación salarial, porque ha sido un punto fundamental y tiene que seguir siéndolo». «Cualquier deslizamiento dejándonos llevar por las buenas perspectivas económicas nos puede llevar a otra falta de competitividad», ha añadido.
Ni cláusula de garantía salarial ni ultraactividad
Rosell y Garamendi, que en todo momento han ensalzado la importancia del acuerdo para la paz social y la estabilidad del país, han vuelto a diferir de la 'versión' que han hecho los sindicatos del preacuerdo, al hablar de la supuesta cláusula de garantía salarial para garantizar el poder adquisitivo de los salarios sobre el IPC.
«Ni CEOE ni Cepyme vamos a firmar una cláusula, es una recomendación, aunque lo quieran llamar cláusula», ha insistido Garamendi, quien ha abierto la lata de las reclamaciones al señalar que, lo que sí firmarían es una bajada de «algún puntillo» de las cuotas sociales.
En este punto, Rosell ha sumado la necesidad de reducir el coste generado por el absentismo y la recuperación para los empresarios de los excedentes de las mutuas». «Todo eso iría en beneficio de un posible incremento de los salarios», ha apostillado Rosell.
En el caso de la vigencia de al ultraactividad de los convenios y la aspiración de los sindicatos por mantener su vigencia una vez vencidos, los empresarios, lejos de discrepar sobre la inclusión de un pacto al respecto en el preacuerdo, han negado que el tema haya estado sobre la mesa.
Así, Garamendi ha señalado que «el asunto de la ultraactividad no está en la cartera» de los empresarios. «Pensamos que ahora no es un problema real y no está ahora mismo sobre la mesa», ha remachado.
¿Discordancias internas?
Y si las posturas no son tan coincidentes con los sindicatos, tampoco han faltado las voces discordantes ante el preacuerdo en el seno de la CEOE. Según el presidente de Cepyme y sin entrar en detalles, «no ha habido votos en contra» durante la celebración de la Junta Directiva, si bien, ha admitido que «ha habido debate», al tiempo que Rosell ha reconocido que «no ha habido igualdad de opiniones» durante la Junta.
Preguntados sobre si ha habido presiones del Gobierno para firmar el acuerdo, Rosell ha endurecido el tono: «El Gobierno que opine lo que quiera, tanto si le gusta como si no. Los agentes sociales somos mayorcitos para hacer y decir lo que creamos conveniente y es nuestra responsabilidad la negociación colectiva, tanto sectorial como en la empresa. Sólo faltaría que nos dijeran hasta donde tenemos que subir los salarios, hasta aquí hemos llegado».
Finalmente, Rosell ha mostrado «tranquilidad absoluta» ante la posibilidad de que la falta de una cláusula de garantía salarial firmada pueda desencadenar algún tipo de conflictividad social, y ha asegurado que, por la parte que toca a los empresarios se va a hacer «lo posible y lo imposible por incrementar el empleo». «Un acuerdo de ese tipo ayuda a dar a sosiego y calma a un país demasiado crispado y excitado», ha añadido.