El presidente de Indra recordó que “en un contexto de crecimiento acelerado para reemplazar ventas domésticas por internacionales, la rentabilidad y los flujos de caja netos generados por nuestra empresa se han deteriorado notablemente” en 2014 y en los primeros meses de 2015.
Con ello, y para garantizar el éxito del Plan Estratégico de Indra, Abril-Martorell anunció que la compañía se ha visto obligada a estudiar todas las medidas a su alcance para lograr revertir una situación que no es buena ni para la empresa ni para sus trabajadores.
En este sentido la compañía ha solicitado este jueves a los representantes de los trabajadores de Indra que constituyan una comisión negociadora de cara a iniciar en las próximas semanas un proceso de negociación de un proceso de reestructuración de plantilla. Estas medidas pueden incluir, entre otras, extinciones de contrato y modificaciones de condiciones de trabajo.
La intención de la empresa es proceder a la reestructuración de la sociedad Indra Sistemas y de aplicar despidos colectivos a todos los centros de España, en una cuantía que no ha dado a conocer, según la Federación del Metal, Construcciones y Afines (MCA) de UGT. Indra Sistema, que engloba las áreas de tecnologías de la información y de seguridad, defensa, tráfico y transportes, emplea a unas 18.000 personas.
UGT ha explicado que a partir de ahora se abre un plazo legal de quince días para constituir la mesa de negociación del expediente, en la que la dirección de la empresa entregará la documentación necesaria para iniciar el proceso.
Este proceso se enmarca dentro de una transformación global de la compañía, orientado a mejorar su competitividad, eficacia y rentabilidad para, así, garantizar su futuro a largo plazo. «El objetivo de la compañía es encontrar las mejores medidas con el mayor consenso posible», informa la empresa.
Abril-Martorell afirmó que “desde la dirección de Indra queremos transmitir que afrontamos este proyecto desde el máximo respeto a los trabajadores y sus representantes, con una actitud abierta y con la voluntad firme de negociar y alcanzar acuerdos”, e indicó que “ya estamos realizando un proceso de ajuste de plantilla en Latinoamérica, especialmente en Brasil, región en la que reduciremos un total de 1.000 empleos en los próximos meses”.
Por su parte, Javier de Andrés, consejero delegado de Indra, recordó que durante 2014 la compañía contabilizó unos efectos no recurrentes que responden a provisiones, deterioros y sobrecostes en proyectos por retrasos, reprogramaciones y cancelaciones de programas, por un importe bruto de 313 millones de euros Tras el impacto de los efectos mencionados, el resultado neto fue negativo en 92 millones de euros.
El consejero delegado de Indra señaló que en el primer trimestre de 2015 se han agudizado estos riesgos que se apuntaron en 2014, lo que nos ha llevado a unas pérdidas netas de 16 millones de euros, principalmente por los resultados negativos de Brasil, e indicó que “en 2015 estamos poniendo en marcha planes operativos que nos permitan recuperar a medio plazo los niveles de rentabilidad y de generación de caja acordes con el potencial de nuestro negocio”.
Al referirse a las fortalezas de Indra, sobre las que se basará el Plan Estratégico, Abril-Martorell señaló que “participamos en segmentos de negocio atractivos, en geografías con crecimiento, contamos con un conjunto de clientes de primer nivel y con profesionales preparados para aprovechar la oportunidad de una sociedad digital que ya es hoy una realidad”. Y añadió que “estamos a la vanguardia mundial en sistemas de gestión de tráfico aéreo; vigilancia de fronteras; tráfico ferroviario; gestión hospitalaria; radares y defensa aérea; sistemas de gestión para compañías de energía y utilities; o sistemas de gestión tributaria”, entre otros muchos negocios.
Para el presidente de Indra, en los próximos tres años el crecimiento de la compañía “estará en proyectos y productos de alto valor en todos los verticales transformando el mix de ventas en las diferentes geografías en las que estamos presentes”.
Así, destacó que la calidad de la oferta de Indra en segmentos como Mando y Control, Vigilancia radar y Vigilancia de fronteras, “permitirán impulsar la internacionalización en Asia, Oriente Medio y África y en Latinoamérica”; en Transporte y Tráfico, “Indra cuenta con una posición de liderazgo internacional en tráfico aéreo que está previsto reforzar en la región de Asia, Oriente Medio y África”; en Defensa y Seguridad, “el nuevo ciclo inversor permitirá recuperar crecimiento”; en otros segmentos, Indra se centrará “en la automatización, estandarización e industrialización de los productos para reducir riesgos y aprovechar las inversiones en este tipo de infraestructuras que están previstas en especial en Oriente Medio y en sudeste asiático”.
Y al comentar el crecimiento de los verticales del área de tecnologías de la información, afirmó que este “se centrará en aprovechar las oportunidades que representa la transformación tecnológica de la sociedad digital en vectores como infraestructuras inteligentes, administración electrónica, ciberdefensa, ciberseguridad, sensorización, movilidad, big data, analytics y el llamado internet de las cosas”, entre otros.
Los accionistas de Indra han avalado con un 91,84% de los votos a favor el nombramiento como consejero ejecutivo del presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, elegido como máximo responsable de la compañía el pasado mes de enero.
Se trata de la primera junta de Abril-Martorell como ejecutivo de la multinacional española, que durante 22 años estuvo presidida por Javier Monzón. Este nombramiento se produjo poco después de la entrada en el accionariado de Telefónica.