El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha confirmado la multa de 288 millones de euros impuesta por la Comisión Europea a la compañía taiwanesa InnoLux por participar en un cártel en el mercado de los paneles LCD, principal componente de las pantallas planas utilizadas en televisores y portátiles.
Bruselas multó en 2010 a varias empresas taiwanesas y coreanas por un cártel organizado entre 2001 y 2006, pero InnoLux, una de las compañías sancionadas, recurrió y logró que el Tribunal General de la UE rebajara el pasado año la multa que se le impuso, de 300 a 288 millones de euros.
En un segundo recurso de casación, la compañía pedía una reducción mayor de la multa, porque reprochaba que se hubiera utilizado el valor de todas las ventas que en el Espacio Económico Europeo, incluidas aquellas en las que los paneles LCD se habían incorporado fuera de suelo europeo al producto vendido en la UE.
En su sentencia de este jueves, el TUE confirma la multa porque considera que el precio pactado para los paneles montados fuera de la UE en productos vendidos después en el espacio europeo sí pueden afectar a la competencia en el sector de los productos terminados.
Por ello, el tribunal considera que la Comisión pudo tener en cuenta «legítimamente» las ventas de los productos terminados en los que se integraron las LCD hasta el valor de este elemento, y advierte de que excluir estas ventas del cálculo de la multa llevaría a «minimizar artificialmente» la cuantía económica de la infracción cometida.
El tribunal tampoco admite el argumento de InnoLux en cuanto a que el método de cálculo exceda la competencia territorial de la Comisión, ya que las empresas acusadas pusieron en práctica el cártel en el espacio económico europeo al realizar ventas directas de los paneles a empresas terceras.