La Federación Nacional de Empresarios de Minas de Carbón –Carbunión- ha mostrado su sorpresa tras conocer la propuesta de resolución de ayudas enviada por el Instituto de la Reestructuración de la Minería del Carbón a las empresas mineras el pasado viernes 10 de julio.
Según la Federación, que engloba a todas las empresas productoras de carbón de España, la resolución está basada en unos criterios desconocidos por las empresas, que ven su producción limitada arbitrariamente.
El origen de la limitación de la producción ya fue advertida por Carbunión el pasado mes de abril cuando se conoció la convocatoria de las ayudas para el año 2015, donde se estableció que el tonelaje máximo de carbón objeto de ayuda para el año 2015, sería como máximo el facturado en el año 2014.
Ya en aquel momento, Carbunión advirtió que ese criterio era totalmente arbitrario, nunca se había limitado el tonelaje por el suministrado el año anterior y mucho menos si se tiene en cuenta que el año 2014 ha sido considerado «un año nefasto y excepcional para la producción, que no debería ser tomado como año de referencia por su excepcionalidad».
Como ejemplo de las situaciones que perjudicaron a la producción de manera irreversible, se recuerda que a principios de año el sector se vio sorprendido por una nueva incertidumbre regulatoria introducida inesperadamente en la Resolución del Secretario de Estado que regulaba los volúmenes las compras para el año 2014 según un criterio de consumo calculado por la empresa Red Eléctrica de España.
Al final del año las previsiones de Red Eléctrica se superaron, pero el carbón ya no había sido vendido en los primeros meses del año, provocando una fuerte bajada del suministro en todas las empresas. Ese suministro se ha tomado como referencia a nivel sectorial y de forma individual.
Sin embargo, la situación anterior parecía poder salvarse y, tras haber tenido varias reuniones aclaratorias con el Instituto del Carbón, éste manifestó que la limitación se aplicaría de manera global al sector para las toneladas suministradas procedentes de minería subterránea, lo que unido al hecho de que a partir de 2015 las minas de cielo abierto no reciben ayudas, permitía mantener unos niveles de producción y suministro razonables.
«Nos encontramos con situaciones totalmente absurdas», lamentan desde la patronal. «Empresas que el año pasado vivieron situaciones durísimas en las que tuvieron que reducir su producción para salir de situaciones concursales o sobreponerse a la negativa a comprar de alguna empresa eléctrica, teniendo que llevar a cabo varios ERE, ahora sólo se les deja producir lo mismo que el año pasado, cuando se trata de minas dimensionadas para una producción mayor”, explican.
La situación es complicada ya que el sector carbonero está pendiente de la aprobación de la norma que regularía los pagos por capacidad a las centrales de carbón nacional, que llevaría aparejada una obligación de compra de carbón autóctono y que podría empezar a normalizar la situación de las empresas. Desafortunadamente con la limitación ahora establecida, hay empresas que prácticamente ya tendrían que parar la producción para el resto del año 2015.
Desde la patronal advierten que esta nueva limitación impuesta por el Instituto del Carbón, unida al retraso por parte del Gobierno en el establecimiento de un mecanismo definitivo que garantice el consumo de carbón, tal y como figuraba en el plan firmado con empresas y sindicatos, puede provocar el cierre masivo de unidades de producción de interior.