El consejo de vigilancia del grupo alemán Volkswagen ha recomendado la «suspensión inmediata» de varios de sus empleados, a raíz de la información recopilada en relación con el caso de manipulación de las emisiones de los motores diésel de algunos de sus modelos.
En un comunicado, este organismo de supervisión aseguró que no hay excusa para las manipulaciones que han provocado un «profundo impacto» sobre la compañía y añadió que Volkswagen «no dejará piedra sin remover» para llegar al fondo del asunto y afirmó que tomará las acciones que sean necesarias.
Entre las primeras consecuencias de este caso, el consejo de vigilancia ha autorizado al presidente para que solicite a las autoridades alemanas y de la Unión Europea a que investiguen de forma objetiva y para que clarifiquen por completo la manipulación de los datos de emisiones de los motores diésel.
Asimismo, el comité ejecutivo del consejo de vigilancia se encargará de coordinar y de salvaguardar todas las medidas necesarias para clarificar este caso hasta que un comité específico comience su trabajo.
Por otro lado, este organismo señaló que Matthias Müller, nombrado nuevo consejero delegado del grupo, «es lo que la compañía necesita ahora». «Matthias Müller es exactamente el hombre adecuado en el momento adecuado para lograr un comienzo fresco y para conducir la clarificación de la actual crisis que ha impactado nuestra compañía con decisión y para obtener las conclusiones correctas», añadió.
Al mismo tiempo, ha propuesto para su elección en la junta general de accionistas del próximo 9 de noviembre a Hans Dieter Pötsch, actual director financiero del grupo Volkswagen, como nuevo presidente del consejo de vigilancia.
El vicepresidente de este organismo, Berthold Huber, indicó que la manipulación de los tests de emisiones representa «un desastre moral y político» para la empresa. «La conducta ilegal de los ingenieros y técnicos envueltos en el desarrollo de motores sorprendió tanto a Volkswagen como al público», añadió.
En este sentido, afirmó que sólo pueden pedir disculpas a sus clientes, al público, a las autoridades y a los inversores y les solicitó que les den una oportunidad para solucionar la situación. Para ello, se ha encargado a un despacho de abogados en Estados Unidos que asista en dichas labores.