Las acciones de Abengoa cerraron con una caída del 54% en Bolsa, después de que la compañía anunciase su decisión de presentar preconcurso de acreedores tras la decisión de Gestamp de renunciar a sus planes de inversión en la empresa.
En concreto, los títulos del grupo de ingeniería y energías renovables retrocedieron en la sesión un 53,84%, para desplomarse hasta los 0,42 euros, después de haber llegado a tocar a lo largo de la jornada un mínimo de 0,28 euros.
Los títulos de Abengoa, que amaneció suspendida de cotización tras anunciar que presentará preconcurso de acreedores, no volvieron al mercado hasta pasado el mediodía, después de que en la subasta inicial no lograra conseguir casar las operaciones de oferta de títulos con las de demanda, para hacerlo con un desplome inicial del 70%, hasta los 0,33 euros por acción.
El volumen negociado de títulos de la compañía a lo largo de la sesión se disparó por encima de los 100 millones, con un efectivo de más de 44 millones de euros. Abengoa ha anunciado que solicitará el preconcurso de acreedores tras romper Gonvarri Corporación Financiera, filial del grupo Gestamp, el acuerdo para adquirir el 28% de su capital, con una inyección de 350 millones, al considerar no cumplidas las condiciones a las que estaba sujeto dicho acuerdo.
Así lo ha confirmado la compañía sevillana este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a la que ha informado además de que solicitará «a la mayor brevedad» el preconcurso de acreedores.
Las acciones de Abengoa cerraron ayer a un precio de 0,91 euros, con un descenso del 0,76%. En lo que va de año, los títulos de Abengoa habían caído ya un 50% debido la incertidumbre sobre la compañía.
El preconcurso de acreedores es una posibilidad que contempla la Ley Concursal por la que permite a una empresa reconocer ante un juez su situación de insolvencia y contar con un máximo de cuatro meses para pactar un acuerdo de reestructuración de deuda con los bancos que le evite declararse en concurso.
Con el procedimiento de preconcurso, la compañía sevillana tratará de sortear el que sería el mayor concurso de la historia de España, por delante del de Martinsa Fadesa, que a cierre de 2014 presentaba un 'agujero patrimonial' de 4.603 millones de euros.
Abengoa, por su parte, cifra en 8.903 millones de euros su deuda total bruta consolidada, cuyo coste medio es del 7%. De esta cifra, la mayor partida es deuda corporativa, por un importe de 5.828 millones a un coste medio del 7,6%. El pasivo total del grupo a cierre del tercer trimestre ascendía a más de 24.700 millones de euros.
Al pasado 30 de septiembre, la plantilla total del grupo en el mundo asciende a un total de 23.752 empleados, de los cuales el 23% están radicados en España. En un informe como auditor de las cuentas de la compañía del tercer trimestre, Deloitte ya advertía de incertidumbres sobre la viabilidad de la compañía debido a sus problemas para acceder a la financiación de los mercados de deuda.
Así, la auditora señalaba que los resultados negativos de las operaciones a cierre de septiembre, así como la evolución negativa de la cotización en el trimestre tanto de las acciones de Abengoa como de Abengoa Yield, unido a los problemas para acceder tanto a los mercados como a las renovaciones de algunas líneas de circulante eran «indicadores de la existencia de una incertidumbre que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento».
Además, señalaba que los administradores consideraban que la ampliación de capital por 650 millones de euros, unido a su plan de desinversiones hasta 2016 y el acuerdo de entrada en su capital de Gonvarri, finalmente roto, eran medidas «suficientes para mantener la viabilidad de la operaciones», por lo que habían preparado los estados financieros «sobre la base del principio de empresa en funcionamiento».