El Consejo de Administración de El Corte Inglés contrató al despacho de abogados Baker & MacKenzie para que diera el visto bueno al crédito de 1.000 millones de euros firmado con el jeque Al Thani. Baker & McKenzie es una prestigiosa firma que presidió en España Manuel Pizarro hasta que fue fichado por El Corte Inglés. Actualmente sigue ligado al bufete como socio internacional, según explica el propio Pizarro en varios currículums públicos. Es una situación que recuerda a la que llevó a Rato a ser imputado cuando contrató los servicios de Banca Lazard para asesorar a Bankia en la operación de salida a Bolsa. El crédito negociado por la cúpula de los grandes almacenes ha sido objeto de denuncia por parte del Consejo de Administración, que estaba en contra de la operación y aprecia irregularidades en la misma.
Ya solo el asesoramiento que han requerido los gestores de El Corte Inglés para esta operación ha sido muy oneroso para los accionistas de la empresa española. El crédito primefine necesitó la supervisión de Baker & McKenzie por medio millón de euros. La operación de crédito se considera muy lesiva para la sociedad por parte de uno de los consejeros, la Corporación Ceslar, que representa a los hermanos Areces Galán, sobrinos del fundador de la compañía, Ramón Areces, y propietarios de un 9% de la misma. Su oposición ha supuesto la expulsión del Consejo de Administración, en el que sí se sienta Manuel Pizarro, que fue fichado como adjunto al presidente por Isidoro Álvarez.
Pizarro llegó a El Corte Inglés desde Baker & McKenzie, donde era presidente del Consejo de Administración y socio internacional. El político y economista aragonés cesó en el Consejo de Administración al fichar por El Corte Inglés, pero no como socio internacional con la firma multinacional de abogados, que creó un Consejo Asesor para que lo presidiera Pizarro.
A pesar del coste de la asesoría, los consejeros que no estaban de acuerdo con el crédito y las comisiones que se estaban pagando no han tenido acceso al trabajo de Baker & McKenzie, que se los han negado por escrito. Los consejeros supieron del contrato con el despacho vinculado a Pizarro cuando se pasó a aprobar la operación de crédito con Al Thani. El acta del Consejo de El Corte Inglés dice que «en cuanto al asesoramiento legal, se ha contado con Baker & McKenzie, concretamente el equipo de abogados del área mercantil de Madrid encabezado por D. Alberto Alonso Ureba, quienes ademas de intervenir en la interlocución con los abogados del inversor para la redacción de los borradores de los contratos, ha estado también a disposición de los señores consejeros para explicar la estructura contractual y juridica de la operacion». Los consejeros díscolos, sin embargo, explican en una denuncia presentada ante los juzgados por esta operación que nunca tuvieron acceso a informe alguno.
Baker & McKenzie ha cobrado medio millón de euros por su informe sobre el crédito primefine, a pesar de que El Corte Inglés cuenta con una nutrida y prestigiosa asesoría jurídica. A la cabeza de la misma está el exdecano de los juzgados madrileños de Plaza de Castilla, José Luis Armengol.
Fuentes jurídicas recalcan el parecido de esta operación con la que hizo Rodrigo rato con la Banca Lazard, a la que adjudicó contratos millonarios de asesoramiento para Bankia. Rato había trabajado previamente para Lazar. Este asunto forma parte de las causas que se están siguiendo contra el exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia.
El jeque Al Thani firmó una sustanciosa operación con El Corte Inglés. A cambio de su crédito de 1.000 millones de euros percibirá un 10% de la compañía, que está valorada en 19.000 millones de euros. Este es el centro de la disputa entre la familia Areces y los actuales directivos de El Corte Inglés, cuyo consejo preside Dimas Martín, sobrino de Isidoro Álvarez.