El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha asegurado hoy que la Administración central tiene muchos empleados públicos sin competencias, y «las autonomías más» y ha insistido en que sobre organismos y gasto público «no hay que tener miedo a cerrar, cambiar, suprimir, crear, multiplicar o dividir».
Rosell ha subrayado en un almuerzo informativo, organizado por la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) y la Fundación Independiente, que no se pueden «ideologizar» las grandes partidas del gasto porque la sanidad puede ser «buena o mala, no tiene que ver con que sea pública o privada», y lo mismo pasa con la educación.
Rosell ha criticado que en España se hiciesen las transferencias «al tuntún», más por impulsos políticos que por razones técnicas.
A juicio del presidente de la patronal, había una «carrera» por conseguir más transferencias, porque era «lo más moderno, sin importar si valía la pena o no».
El presidente de la Confederación Español de Organizaciones Empresariales cree que, 20 años después de la primera transferencia, habría que haber hecho una reflexión sobre si era correcto y si había que dar marcha atrás.
Rosell ha apostado por seguir mejorando la legislación, ya que, en su opinión, España está «atiborrada, con una diarrea legislativa importante».
El líder de CEOE ha abogado por rehacer el mapa territorial y ha admitido que «está como está» porque aún no se ha solucionado.
Para Rosell, hay dos posibilidades: el inmovilismo absoluto o el salto al vacío. Ha abogado por buscar fórmulas imaginativas para cuadrar el círculo: «fórmulas en las que todos tienen que ceder».
Rosell ha defendido abrir debates con argumentos, sin ningún tipo de extremismos, descalificaciones o hipotecas ideológicas. «Deberíamos ser más abiertos» y desterrar la idea de que hay partidos «buenos y malos, viejos o nuevos, que lo van hacer bien o mal» por lo que ha exigido «respeto» para todos.
Efe