Eliminar fronteras y reducir a un solo click el tiempo necesario para llevar a cabo un intercambio es uno de los cambios más grandes a los que ha asistido el ser humano. Ahora ya es posible que un pequeño comerciante madrileño, o de cualquier rincón de España, pueda venderle a un matrimonio chino que vive en Shangai como si fueran vecinos. Es la magia del comercio online.
Aunque detrás de la magia siempre aparece el truco, en este caso, se trata de empresas que sirven de lazo de unión entre oferentes y demandantes. Es el caso de DHGate.com que este mismo viernes desembarcó en Madrid con un ambicioso proyecto no solo de acercar el comercio sino también la cultura. La firma fundada por una de las personalidades más brillantes del gigante asiático, Diane Wang, trabajará mano a mano con las pymes españolas para llevar sus productos a China. La relación entre China y España crece a pasos agigantados, pese a que «llegamos tarde» cómo ha reconocido el secretario de Estado para el Comercio, Jaime García Legaz durante el acto.
La importancia del comercio como pilar del desarrollo humano y económico ha sido fundamental a lo largo de la historia. Es por ello, que las civilizaciones y las ciudades que más apostaban por el comercio fueron también las más ricas y prósperas. Los fenicios, la propia Roma o más adelante ciudades como Venecia se convirtieron en puntos álgidos del comercio y ese libre intercambio posibilito un desarrollo de la población muy por encima de la media.
Esa importancia vital del comercio ha logrado potenciarse hasta límites insospechados. En la antigüedad el comercio que se realizaba en ciudades portuarias, alcanzaba una mayor riqueza cuanto mayor era el número de compradores y comerciantes. Ahora, esa confluencia se ha multiplicado exponencialmente de tal manera que internet es el puerto donde confluyen miles de millones de personas.
La importancia del nexo de unión
El papel de empresas como DHGate adquiere especial relevancia cuando se trata de servir de nexo de unión con empresas pequeñas. El principal motivo es que un pequeño empresario español por sí solo es incapaz de poder llevar a cabo este proceso de venta, ya sea en China u otro gran país.
Las dificultades a las que se enfrentan las pymes españolas para exportar sus productos son numerosos. Por ello, estas empresas ayudan tanto en aspectos técnicos como servir de enlace directo entre empresa y comprador, de soporte técnico o para enlazar con proveedores. Como en otros más relacionados con la propia venta, es difícil que un empresario de Arganda del Rey pueda conocer a la perfección la cultura china para desarrollar un producto, pero ese nexo sirve también para ello.
Además, se reduce a uno solo el intermediario: Empresa productora, empresa unión y comprador. Ese sistema tan sencillo ahorra costes, lo que permite que el producto tenga un precio más competitivo y a su vez se pueda vender más. “Uno de los productos españoles más consumidos en China son los actimeles. En un supermercado puedes encontrarlo por un precio cercano a los 30 euros mientras que por internet se pueden adquirir por 12 euros”, explicaban desde la compañía DHGate. La anécdota sirve como ejemplo de la importancia que tiene eliminar intermediarios para que el precio del producto sea más competitivo.
Apoyo a pymes
Las pymes en España suponen el grueso del sistema productivo en España, es por ello que la llegada de empresas como DHGate supone un soplo de aire para ellas. Las pequeñas empresas en España han sido las que más han sufrido la crisis, no obstante un número muy alto de ellas han cerrado. La falta de financiación, el retraso en los pagos o la fuerte caída del consumo han sido un quimera que se ha llevado por delante a un gran número de ellas.
La posibilidad de exportar, más aún en un mercado que abarca mil millones de consumidores podría convertirse en una opción inmejorable para que las pymes levanten el vuelo. Eso sería una de las mejores noticias para España, puesto que no las pymes además de ser muy números emplean a siete de cada vez trabajadores españoles. En definitiva, la posibilidad de que las empresas pequeñas puedan formar parte del libre comercio es una oportunidad extraordinaria para que la economía y el empleo se pueda recuperar de manera aún más rápida.
Pedro Ruiz