El índice de confianza empresarial para el próximo trimestre sube un 0,5%, según ha publicado el INE esta mañana. Un crecimiento inferior a la mejora de la confianza del trimestre pasado. En su conjunto, el índice abandona las perspectivas de crecimiento de los últimos trimestres y se sitúa en cotas parecidas al tercer trimestre de 2015.
El saldo entre optimistas y pesimistas es negativo (-1.2%) como los nueve trimestres anteriores, aunque en menor medida. Debe señalarse, sin embargo, que las expectativas van por barrios: mientras la empresas de la construcción y el comercio parecen más optimistas, la industria, el transporte, la hostelería y otros servicios parecen concentran el pesimismo.
No deja de parecer contradictorio en el caso de la hostelería que parecía ser impulsor de la actividad económica, cabalgando sobre el consumo y el turismo.
Los empresarios más pesimistas son los de Madrid, Valencia, Murcia y Aragón, mientras los más optimistas se concentran en Baleares, Cantabria y País Vasco. Nueve Comunidades Autónomas, entre ellas Cataluña y Andalucía, se sitúan por debajo de la media.
Hay que decir que el Índice de Confianza Empresarial reconoce que en el segundo trimestre del año las cosas han ido un poco mejor de lo que esperaban los empresarios.
Mientras el 21% esperaban que les fuera mal, ahora solo un 18,2% afirma que les ha ido mal. Esta diferencia entre realidad y percepción, debido seguramente a la incertidumbre política en la que muchos sectores relevantes se encuentran situados, es en la que se apoya el gobierno para afirmar que las cosas son mejor de lo que parecen.
Miguel de la Balsa