El Banco Santander y el BBVA buscan afianzar su hegemonía en España y romper los actuales esquemas con la compra del Banco Popular. Ambas entidades han comenzado a abordar conversaciones con representantes de la firma para llegar a un acuerdo para la compra, según han asegurado distintos medios internacionales.
The Times, aseguraba que las conversaciones entre ambas entidades con el Popular ya son una realidad y que el precio por el que se está negociando rondaría los 3.800 millones de euros. El valor tan bajo, quinto mayor banco de España, se debe a su continua depreciación en bolsa donde ha tocado mínimos.
La actual situación del Banco Popular preocupa a las autoridades españolas y europeas por la debilidad de su balance. Los accionistas de la entidades relegaron del puesto al anterior presidente, Ángel Ron, al que culpan de no haber limpiado el balance, en especial en el tema inmobiliario. Por todo ello, su venta a otra entidad con mayor solidez financiera como el Santander o BBVA aliviaría las dudas que genera.
La salida de Ron, supuso una mejora bursátil para el Popular y las últimas informaciones sobre las negociaciones de compra han disparado su cotización en la mañana de este lunes. Algo obvio, ya que muchos inversores dan por hecho la venta del Popular tras la salida de Ron aunque en la entidad se abren varios escenarios.
Ampliación o venta
Los dos principales escenarios que contemplan los analistas para la entidad son: una nueva ampliación de capital para acometer el saneamiento de su balance en solitario. La otra opción es ser absorbido por una entidad mayor y saneada, en la palestra ya aparecían BBVA y Sabadell –cuya disposición a comprar siempre ha estado presente- y ahora, según The Sunday Times, también estaría el Santander.
El primer escenario costaría entre 2.100 y 2.500 millones de euros que se lograrían a través de una ampliación de capital. El objetivo sería cubrir las potenciales pérdidas en la cartera de préstamos morosos y activos embargados. El segundo escenario, obligaría a las entidades compradoras a acometer una ampliación de capital para llevar a cabo la operación. En el caso del BBVA, el banco que más ha avanzado en las negociaciones, necesitaría una ampliación de entre 11.000 y 12.600 millones de euros, según estiman los analistas de Merrill Lynch.
La realidad es que ambos frentes tienen sus contraposiciones por lo que ninguna se descarta. La llegada de Emilio Saracho a la presidencia, un hombre de mucho prestigio en la profesión, podría ser el punto de partida en una nueva etapa independiente del banco. Por otro lado, los analistas ven en el BBVA un comprador ‘ideal’ gracias a que ha perdido peso en España, tiene poca exposición a pymes y en dos de dos países fetiche –Turquía y México- está teniendo problemas.
Pedro Ruiz