Deoleo S.A, la multinacional española que comercializa aceite de oliva bajo la icónica marca Carbonell, se encuentra en proceso de disolución. Según informa la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), la empresa tuvo en 2016 un resultado negativo de 179 millones de euros. Entre los principales factores que han intervenido en estas pérdidas se encontrarían un deterioro de los activos para adecuar el balance a la situación actual y el cambio en la normativa fiscal. La nueva dirección de la empresa asegura que ha habido «una muy mala gestión» y se han «cargado» la marca.
Las pérdidas son el reflejo de la decisión del consejo de administración de la empresa aceitera de registrar un deterioro de los activos por valor de 96,3 millones de euros para adecuar el balance a la situación de la compañía, además del cambio en la normativa fiscal que se produjo en diciembre de 2016 y que ha tenido un impacto de 53,3 millones de euros. Este cambio en la normativa habría llevado a la compañía a incurrir en causa de disolución.
Esta decisión tomada es una medida más dentro del plan de reestructuración que se inició en septiembre, fecha en la que Rosario Portela y Pierluigi Tosato tomaron las riendas de la compañía como presidenta ejecutiva y consejero delegado. Ya hace unos meses se puso en marcha la adaptación de la capacidad industrial, de los recursos y los activos del grupo a la realidad actual del negocio. El plan de Portela y Tosato incluye una reducción de las referencias y una racionalización de las marcas con el objetivo de «simplificar» la operativa del grupo tras el cierre de dos de su cuatro fábricas por tener una capacidad de producción excedentaria.
Así el consejo decidió el pasado año la venta de la planta de Antequera, un nuevo plan para la planta de Inveruno (Italia) y, acometer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a sus plantas industriales y oficinas en España, así como un plan de inversiones para las fábricas de Alcolea (España) y Tavarnelle (Italia).
Concentraciones
La plantilla de Deoleo en Córdoba se concentró la semana pasada en la sede de Carbonell, en Alcolea, para protestar por el ERE presentado por la compañía. El presidente del comité de empresa, Clemente Revuelta, explicó que la multinacional pretende “trocear la empresa y dejarla en microempresa, algo que no se puede hacer con una compañía como Carbonell”.
Revuelta ha resaltado que no se puede perder la empresa ya que “es un buque insigna de los cordobeses, con 150 años de existencia, que ahora mismo es una factoría grande, en condiciones, pero quieren desprenderse de algunas unidades de negocio y en dos años cerraría porque no tendrá viabilidad ninguna”.
Se “cargaron” Carbonell
La deplorable situación de la marca Carbonell viene dada tras pasar su gestión a manos de Deóleo S.A. ¿“Qué ha hecho esta compañía en el pasado con la marca Carbonell? Cargársela, hemos perdido muchos países y se ha hecho una gestión muy mala. Aunque hagamos esfuerzos con Carbonell para que mantenga el negocio e intente mejorar sus márgenes, ya que hay países del mundo donde tiene muchas oportunidades, no va a recuperar el valor que tenía. Ha sufrido muchísimo deterioro” explicaban sus directivos.
Facturación, ventas y deuda
La facturación de Deóleo cayó un 15% en 2016, hasta los 695,2 millones de euros, debido a la subida de los precios del aceite en origen, que se trasladó paulatinamente a los precios de venta, mientras que el volumen de ventas descendió un 22% como consecuencia de la decisión estratégica de priorizar las ventas rentables y por la crisis de calidad ocurrida en Italia. Respecto a la deuda financiera, cerró el ejercicio en 533 millones de euros, un 1,5% por encima de la cifra de 2015.
La compañía destaca que su situación de caja es sólida porque las pérdidas por deterioro de activos, así como las producidas por la nueva normativa fiscal, no suponen ningún consumo de caja. Del mismo modo, esta decisión de tipo contable sobre el patrimonio no afecta a los parámetros de gestión del negocio, que mantienen su tendencia positiva.
Nuevo sentido, nuevo Deóleo
Los actuales administradores han empezado la adaptación de la capacidad industrial, de los recursos y los activos del grupo a la realidad actual del negocio, lo que servirá de palanca para configurar una compañía orientada al consumidor y enfocada a la calidad de sus productos.
Su presidenta ha comentado que ahora toca intentar crecer en el exterior, dado que el mercado español está finiquitado para una empresa que busque aportar valor añadido a sus productos. El objetivo de la empresa es mirar hacia México, Brasil o el sur de Estados Unidos como mercados naturales en los que expandir la marca entre la comunidad latina.
Beatriz Jiménez