Desde hace un mes, el fundador de Facebook, como les ha informado Estrella Digital, lleva anunciando, a través de su cuenta personal en la red social, importantes cambios en la política editorial de la plataforma.
Los cambios previstos para superar el duro año de Facebook afectan a los algoritmos que organizan el «suministro de noticias» (news feed) en la página de entrada, donde los 2.100 millones de usuarios se desplazan por los textos, enlaces, imágenes y videos publicados por las páginas y amigos a los que están suscritos. La revolución comenzó el 11 de enero, cuando el joven multimillonario reveló que pronto se vería «más contenido de amigos, familias y grupos a los que pertenece. […] Se verá menos publicaciones comerciales, de marcas y de medios «.
Al leer estas afirmaciones, el mundo de la información y la publicidad, para el que Facebook se ha convertido en una herramienta esencial de comunicación, ha entrado en pánico y ha empezado a formular críticas a la red social.
Medios y marcas se preguntan como afectará esto a sus audiencias y como puede dañar a sus modelos comerciales. Finalmente, los medios se han dado cuenta de lo dependiente que se habían vuelto de la red. Facebook genera entre un 15% y un 30% del tráfico en línea, y no ha habido, aún, tiempo para evaluar el efecto de esta decisión en su modelo de negocio.
El 19 de enero, Zuckerberg explicó que la proporción de información en el suministro de noticias pasaría del 5% al 4%. Esto es una disminución colosal del 20%. Y el fundador de la plataforma agrega que los medios considerados más «confiables» serán privilegiados. «Hay demasiado sensacionalismo, desinformación y polarización en el mundo de hoy», dijo y todo el mundo se ha puesto a preguntar como se puede ser “confiable”
¿Quién es de fiar?
Para juzgar la fiabilidad de los medios se enviará una encuesta preparada por Facebook a un panel de usuarios. Con dos preguntas: «¿Reconoce los siguientes sitios?» y «¿En qué medida confía en estos sitios?» Finalmente, el 29 de enero, el autor del Internet social reveló que la información local ahora se beneficiaría de una prima a la visibilidad.
Frente a este diluvio de anuncios de Zukerberg, los medios de comunicación se encuentran como un rebaño de ovejas viendo pasar un tren. Todos se preguntan: ¿quiénes serán los afortunados para «volver» a la información privilegiada ? Solo en Menlo Park, la sede de Facebook en California, donde los del precioso algoritmo son objeto de secreto dignos de un cónclave papal, saben de qué va la cosa.
Por el lado de las administraciones, preocupadas por las llamadas “noticias falsas”, también piden detalles sobre los cambios en marcha. Zuckerberg está tratando de responder precisamente a los críticos de las instituciones democráticas de todo el mundo. Pero lo está haciendo con tan notable opacidad como riesgo de clientelismo.
Como se sabe, Facebook paga a algunos medios de comunicación para revisar si las noticias son de confianza. Cabe imaginar que quien este cobrando de la compañía será uno de los privilegiados, eso si estableciendo una perversa relación entre medio y plataforma, basada en el dinero y las utilidades y no en la noticia.
El fundador de Facebook teme más que cualquier cosa que su plataforma genere ansiedad. Lo que sería malo para las empresas: «Tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que nuestros servicios no solo sean divertidos de usar, sino también beneficiosos para el bienestar de los usuarios»
La opacidad de Facebook
Mientras se esperan los detalles, que quizás nunca lleguen, y especialmente las mediciones de la audiencia, que permitirán ver con mayor claridad, todos intentan interpretar las claves para penetrar en la caja negra de Facebook.
El personal de los medios de comunicación vigila, como guardián en una trinchera, las publicaciones de Facebook, de Zuckerberg y del jefe de noticias de Facebook, Adam Mosseri, seguido cual chamán. Mossseri ha anunciado la reducción del espacio asignado al video (erigido en prioridad hace dos años). E insiste en el número y la duración de los comentarios adjuntos al contenido, en lugar del volumen de me gusta, las reacciones y el intercambio.
Los medios de comunicación más relevantes han empezado a pedir a sus lectores que comenten sus artículos, apuntando a la fiebre que prevalece en el sector.
No es una lotería. Facebook está diseñando un algoritmo para devaluar aún más el modelo de negocio de las editoriales digitales. Luego irrumpirá en el sector comprando barato, se le ve venir.
Miguel de la Balsa