El resultado que ha comunicado hoy la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es el mejor que ha tenido Repsol en el periodo enero-septiembre en los últimos diez años.
El beneficio neto ajustado, el que mide la marcha de los negocios, se situó en 1.720 millones de euros, un 11,5 % superior al que tuvo entre enero y septiembre de 2017, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 5.833 millones de euros, un 23,7 % más.
La compañía ha atribuido el resultado a su modelo de negocio integrado y a las medidas de eficiencia y creación de valor implantadas, dentro de un periodo que estuvo marcado por mayores precios del crudo (con el Brent cotizando a una media un 39 % más alta que en el mismo periodo de 2017) y los menores precios del gas (con un descenso del 8 % en la cotización media del Henry Hub, índice de referencia para el gas).
Repsol incrementó su producción de hidrocarburos un 3,7 % en los nueve primeros meses del año, hasta los 713.000 barriles equivalentes de petróleo al día, apoyada en la puesta en marcha de proyectos en Trinidad y Tobago, el Reino Unido, Argelia, Perú y Malasia.
Por áreas de negocio, el beneficio neto ajustado de la actividad de «upstream» (exploración y producción) se ha duplicado, al alcanzar los 1.015 millones de euros, un 108,4 % más.
En el área de «downstream» (refino y comercialización), el resultado neto ajustado cayó un 23,3 %, hasta los 1.098 millones de euros, afectado por la debilidad del dólar frente al euro, un entorno internacional más complejo y a las paradas de mantenimiento en algunas instalaciones industriales.
La deuda neta de Repsol se redujo un 63 % en los nueve primeros meses del año respecto al cierre del ejercicio de 2017, hasta situarse en 2.304 millones de euros, una reducción que se eleva al 67 % si se compara con la que había al finalizar septiembre del año pasado.
A finales de junio, Repsol alcanzó un acuerdo para la compra de los negocios no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo y su comercializadora de electricidad y gas, que cuenta con 750.000 clientes, operación que espera completar en los primeros días de noviembre, a partir de lo cual dispondrá de una capacidad total instalada de 2.950 megavatios (MW).
Además, en el tercer trimestre del año Repsol adquirió el proyecto fotovoltaico Valdesolar, que se ubicará en el municipio de Valdecaballeros (Badajoz) y que está en fase de tramitación administrativa, con una capacidad de generación de 264 MW.
Con estas incorporaciones, Repsol alcanzará más del 70 % de su objetivo estratégico de capacidad de generación baja en emisiones, fijado para 2025 en 4.500 MW.
Asimismo, en octubre se acordó la financiación para la construcción de un parque eólico flotante en la costa de Portugal, que dispondrá de una capacidad instalada de 25 MW y será uno de los mayores del mundo.
Redacción