Telefónica Ingeniería de Seguridad (TIS) es una de las grandes apuestas de la nueva dirección de la multinacional española que ahora preside José María Álvarez-Pallete. El nombramiento de Javier de Paz como presidente y la incorporación de algunas de los más brillantes perfiles de la compañía a su Consejo de Administración no hacen sino visualizar una cuentas saneadas desde 2011.
Buena parte de la responsabilidad en esa brillante cuenta de explotación son las gestiones que en su día realizó el anterior presidente de la compañía, César Alierta, con llamativos contratos de más de 20 millones de euros. Estos contratos corresponden a la etapa como presidente del ejecutivo de la compañía Florencio San Agapito Ramos.
Con el nombramiento de De Paz como presidente en el pasado mes de agosto entraron en el consejo caras destacadas de Telefónica, como Eduardo Navarro de Carvalho, o el celebre hacker y experto en ciberseguridad Chema Alonso. Con ellos llegaron al Consejo también Juan Carlos López Vives (presidente de Telefónica Global Solutions), Miguel Ángel San Venancio o Ángel Martí. Quizás fuera más llamativa la llegada de Luis Ángel Prendes Arroyo, sobrino de César Alierta, que en su día también se vio imputado en el caso Tabacalera.
La mezcla de hombres de los tiempos de Alierta y del nuevo presidente es especialmente sabia en TIS. El Chief Financial Officer (CFO), Gonzalo Figueroa, es una persona muy cercana al actual presidente, Álvarez-Pallete. Ambos acudieron y corrieron juntos el prestigioso maratón de Berlín el pasado otoño. Álvarez-Pallete, al igual que Figueroa, es un reconocido aficionado al running, con varios maratones internacionales en su haber. La fiebre por los maratones es tan fuerte en Telefónica, que hasta Javier de Paz, con un físico poco visto entre los runners, también se ha animado a practicarlos y ha terminado el de Nueva York, que corrió con el mismísimo Álvarez-Pallete.
TIS se ha convertido en una empresa estratégica para Telefónica, una sociedad que ha ido ganando competencias y ámbitos de trabajo desde que un atentado terrorista en 1982 motivara su creación. Aquel año fueron atacadas con una bomba las instalaciones de la calle Ríos Rosas, en Madrid, lo que provocó un apagón de comunicaciones en miles de hogares. En 1984 nacía TIS, que con la llegada de internet, el salto a Latinoamérica de la multinacional, y los ataques y la ciberseguridad, ha visto multiplicadas sus posibilidades comerciales. Su labor hoy son los proyectos de seguridad integral, algunos por valor de ejecución mayor a 20 millones de euros, basado en cuatro pilares, la prevención, detección, reacción y análisis. No en vano el lema de la compañía es “haciendo del mundo un lugar más seguro”.