Telefónica se suma a la iniciativa internacional del Foro Económico Mundial (WEF) 1t.org, que persigue que las compañías se comprometan a invertir y restaurar árboles con el objetivo de conservar y plantar un billón de árboles para 2030.
La protección del medioambiente es un asunto prioritario para Telefónica, por lo que trabaja para frenar el cambio climático, revertir la pérdida de biodiversidad y construir un futuro más verde a través de la digitalización. Estas cuestiones transversales están claramente interrelacionadas y pueden abordarse mediante soluciones basadas en la naturaleza.
Para llevarlo a cabo, y en línea con su objetivo de lograr emisiones netas cero para 2040, así como a neutralizar las emisiones de sus principales operaciones en 2025, Telefónica se compromete con 1t.org a plantar y conservar los ecosistemas forestales y mejorar la biodiversidad con 1,5 millones de árboles en 2030, lo que supone evitar y absorber de la atmósfera 700.000 toneladas de CO2 en diez años con iniciativas que seguirán los Estándares de Clima, Comunidad y Biodiversidad (CCB).
Así, al mismo tiempo que cuenta con una red de telecomunicaciones eficiente y baja en carbono, reforzando su crecimiento sostenible a largo plazo, la compañía impacta de modo positivo en la naturaleza.
“En Telefónica estamos convencidos de que sin digitalización no hay transición verde. Alineados con nuestro objetivo de emisiones netas cero, seguimos apoyando las soluciones basadas en la naturaleza. Estamos orgullosos de reforzar estos compromisos uniéndonos a 1t.org, la iniciativa de 1 billón de árboles del Foro Económico Mundial. Creemos de verdad que #TodoEstáConectado: árboles, clima, biodiversidad y progreso, y que juntos podemos construir un futuro más verde”, afirma Elena Valderrábano, directora global de Sostenibilidad de Telefónica.
En el corto plazo, hasta 2025, Telefónica se compromete a apoyar proyectos que eviten la degradación de los ecosistemas y generen créditos de carbono de reducción de emisiones, cuantificados en más de 200.000 toneladas de CO2. De esta manera contribuye a detener la deforestación, apoyando la conservación de los paisajes forestales existentes y promoviendo el desarrollo de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Este tipo de proyectos son especialmente relevantes en Brasil, Perú o Colombia, países en los que Telefónica tiene operaciones.
Como además Telefónica se compromete a neutralizar las emisiones de GEI que no sea capaz de reducir, los proyectos basados en la naturaleza serán los prioritarios. Por ello, a partir de 2025 plantará más de 1,1 millones de árboles, lo que supondrá la eliminación de casi 500.000 toneladas de CO2 de la atmósfera.
Compromiso con los entornos locales
Este tipo de acciones no son nuevas para la telco, ya que en 2020 puso en marcha el Bosque Telefónica en Palencia (España), que cuenta con 12.500 árboles de especies autóctonas en más de 22 hectáreas, contribuyendo a recuperar una zona agrícola degradada e impulsando la economía local mediante la generación de empleo. Gracias a la compensación de emisiones por este proyecto, Telefónica ha conseguido el sello “calculo-reduzco-compenso” de la Oficina Española de Cambio Climático.
En Alemania, por ejemplo, Telefónica ya neutralizó el 20% de sus emisiones de alcance 1 y 2 a través del proyecto CO2OL Tropical Mix que supuso restaurar terrenos que utilizaba la ganadería extensiva y convertirlos en bosques mixtos mediante la plantación de 20 especies diferentes y la protección de otras 30 más y proporciona una producción sostenible de madera y cacao que impulsa el desarrollo de la zona.
Telefónica Hispam tiene en marcha la campaña ‘un móvil, un árbol’, en la que por cada dispositivo que devuelvan los clientes se planta un árbol. Así en 2021, ya se han reforestado 7,5 hectáreas en la reserva forestal nacional Nevado de Toluca, en México. En línea con esta iniciativa, a través del canal de venta online de Telefónica “tu.com”, se compensa gratuitamente la huella de carbono relacionada con sus compras, concienciando a los clientes de su impacto y animándoles a tomar decisiones de compra más sostenibles bien a través del Proyecto REDD+ de Perú que ayuda a las familias locales a la recolección sostenible de nueces brasileñas; o bien a reforestar el Parque Nacional del Alto Tajo (España) o bien a contribuir a un proyecto de agricultura sostenible en el Valle de Jari en Brasil.