La compañía que preside Rafael Del Pino podría tener que sentarse a esperar la decisión del Consejo de Ministros por la salida de su sede a la monarquía naranja
Ferrovial se ha decidido por cambiar su sede a Amsterdam desde Madrid. Una decisión que, desde la compañía, alegan que responde a la necesidad de adaptarse a los cambios que traerá el Brexit y para facilitar su acceso al mercado europeo. Además de todo ello, la compañía utilizará la monarquía de Orange-Nassau para lanzarse a por el mercado de capitales estadounidense y con una hoja de ruta que contempla la cotización en Wall Street, principal plaza bursátil del planeta.
¿Cómo se llevaría a cabo? Según ha ido explicando en los últimos días la compañía, esta operación se realizaría mediante una fusión con Ferrovial International, filial al 100% de Ferrovial domiciliada en los Países Bajos, siendo Ferrovial – la entidad con sede en España – la absorbida.
El Gobierno corporativo no se altera por ser una absorción. El marco de gobierno corporativo se ajustará al actual de Ferrovial una vez se efectúe esta fusión, excepto por las modificaciones que exija la normativa local o la costumbre del mercado. El Consejo de Ferrovial International tendrá los mismos miembros que el Consejo de Administración de Ferrovial y no habrá cambios en los derechos de voto con Rafael Del Pino al frente del nuevo conglomerado que no deja de ser una fotocopia del español.
La influencia de la fiscalidad
La operación, en todo caso, entraña ciertos beneficios y es que el hecho de trasladar la sede social de España a Países Bajos le permitirá a Ferrovial aprovecharse del marco impositivo del país de destino con el foco puesto, especialmente, en los dividendos de sus filiales. Y es que mientras que en España el 95% de esos ingresos están exentos de impuestos debido a que las ganancias ya han sido gravadas en su lugar de origen, en Países Bajos están completamente exentos.
Nuestro país, en este caso, es una excepción en Europa ya que en la mayoría de países no se aplica esta medida. Desde 2021, el impuesto grava el 5% de las plusvalías y dividendos que antes estaban exentos al 100%, y el otro 95% sigue exento. El tipo impositivo general es del 25%.
De esta manera, Ferrovial y la familia Del Pino también evitarían el impuesto de solidaridad para las grandes fortunas aprobado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya que esta nueva figura fiscal incide en los patrimonios superiores a tres millones de euros y afecta a unos 23.000 contribuyentes – entre ellos, Rafael Del Pino – con los que el gobierno quiere recaudar 1.500 millones de euros.
Más allá de todo esto, aunque el IVA sea un impuesto integrado en la Unión Europea, los Estados miembro tienen cierta discreción en algunas áreas. Una de las ventajas más características de Países Bajos es el aplazamiento del IVA a la importación, lo que significa que no hay un pago real del impuesto.
Al contrapunto, la parte negativa estaría en que en Países Bajos se establece un Impuesto de sociedades de 19% hasta los 200.000 euros y, a partir de ahí, aplica otro del 25,8%. Por lo que se superaría levemente el Impuesto de sociedades español del 25%.
La importancia de Wall Street
La operación llega en un contexto en el que Ferrovial mira más allá de Europa esté donde esté su sede central. La constructora tiene una fuerte presencia internacional, ya que el mercado extranjero aportó el 82% de sus ingresos en 2022 y se prevé que siga creciendo en otros países.
Su principal objetivo es Estados Unidos, donde hay muchas oportunidades de negocio en infraestructuras. El 92% de las inversiones comprometidas para el período 2023-2027 de la compañía están asociadas a esta geografía, con proyectos clave de crecimiento como la nueva terminal del aeropuerto JFK de Nueva York, la autopista I-66 en Virginia y la autopista North Tarrant Express 35W 3C en Texas.
Además, es en la Bolsa de Valores de Nueva York donde Ferrovial aspira a cotizar en bolsa. A día de hoy las acciones de una sociedad española cotizada en España solamente pueden negociarse en los Estados Unidos a través de American Depositary Receipts (ADR) u otras fórmulas indirectas, y los American Depositary Receipts no son elegibles para acceder a los índices bursátiles estadounidenses lo que implica que para los inversores minoristas – con fuerte presencia en el mercado de capitales estadounidense – es hartamente complicado acceder a ciertos valores.
Miedos en el Gobierno
Así, el Gobierno de Pedro Sánchez ha salido a atacar a Ferrovial por una decisión como esta. De hecho, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señalaba en las últimas horas que el Ejecutivo está analizando si puede actuar dentro del “marco de vigilancia con respecto a la inversión en sectores estratégicos” establecido por la crisis.
Por su parte, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, defiende un marco fiscal “global” para evitar “competencia a la baja”.
Si el presidente y ministros y ministras varios no quieren seguir haciendo el ridículo con el tema de Ferrovial,lo mejor es que se callen la boca y pasen página.