El presidente de Mercadona, Juan Roig, ha presentado este martes los resultados de la compañía correspondientes a 2022 y ha asegurado que la empresa ha subido «una burrada los precios», pero de no haberlo hecho, habría sido «un desastre».
Roig ha argumentado que hay que hacer sostenible la cadena de montaje y que, si a una persona que obtiene ingresos bajos le suben un 10% los precios, «le afecta una burrada».
Mercadona ganó en 2022 un total de 718 millones de euros, lo que supone un 5% más que en el ejercicio anterior. Las ventas también han aumentado en un 1%, hasta 31.041 millones, frente a los 27.810 de 2021, lo que ha relacionado con el aumento de precios por la inflación.
La reacción del Gobierno
Ante las declaraciones del presidente de Mercadona, el Gobierno ha pedido un esfuerzo para que la reducción de los costes se traslade a los precios finales de los consumidores, después de confirmarse este martes el alza del IPC hasta el 6% en febrero, con un aumento de los alimentos del 16,6%.
La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, señalaba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Gobierno ha pedido al conjunto de actores de la cadena alimentaria que haga ese ejercicio para reducir esos costes en la producción y se refleje el esfuerzo que se está haciendo en los precios finales al consumidor.
La medida «irrealizable» del tope de precios
Ante la posibilidad de un tope de los precios como medida para reducir los costes, el empresario ha reaccionado calificándolo de «irrealizable».
Roig ha asegurado que lo que se necesita es hacer más productiva la economía y la gestión. «Querer topar los precios es imposible, a todos nos gustaría pero dependemos de la oferta y la demanda», ha afirmado. Ha insistido en que esto funciona con oferta y demanda y lo demás son «brindis al sol», pues si se topan precios de algunos productos, habría que compensarlo con otros productos, con una bajada de la calidad o de cantidad, y a eso no está dispuesto.
Los beneficios son «imprescindibles y necesarios»
Para Roig, los beneficios son «imprescindibles y necesarios» y «cuantos más» beneficios hay, «mejor funcionan los cinco componentes, porque pagas más impuestos, mejores sueldos, haces más reformas y más dividendos se pueden repartir». El empresario ha defendido que «a los tenderos no les gusta subir los precios sino bajarlos».