Solución suiza para para atajar el colapso de una entidad de riesgo sistémico perteneciente a la aristocracia bancaria europea como Credit Suisse.
Tras un fin de semana de intensas negociaciones entre el Gobierno de Berna, las dos entidades, el Banco Nacional de Suiza y la entidad reguladora (FINMA), UBS se hace con su rival en problemas Credit Suisse por 3.230 millones de dólares.
La cantidad final está tres veces por encima de la propuesta inicial de la competidora helvética por 1.000 millones de dólares. La ecuación acordada implica que los accionistas de Credit Suisse van a recibir una acción del comprador (UBS) por cada 22,48 de las suyas. Un canje que implica valorar los títulos de la entidad absorbida a 0,76 francos suizos, un precio muy por debajo de los 1,86 a los que cerraba Credit Suisse en viernes.
El caso es que apuntalar la reputación del país le va a constar a cada hombre, mujer y niño suizo 13.500 dólares.
«Día triste»
Todo a pesar de que la fusión con Credit Suisse completada este martes – y lo dice Axel Lehman, el que hasta ahora lideraba el banco rescatado – pasará a la historia por ser uno de los días más tristes para el país neutral.
La suma combinada de 209.000 millones de francos del rescate equivale a aproximadamente una cuarta parte del producto interior bruto de Suiza y supera el gasto total de defensa europeo en 2021 aunque hará del territorio el centro de las finanzas en el corazón de Europa y lo dice Colm Kelleher, el que es director de UBS entre una cara poco amable ante las autoridades del país neutral.
Más rebajas
Ya con todo el pescado vendido son hoy Moody’s y Standard & Poors las que dicen que no confían en UBS con rebaja de perspectivas a negativa. Pero, ¿qué significa esta rebaja de perspectivas para UBS por parte de dos de las casas de análisis más importantes del planeta?
Por un lado, a los inversores les escama un poco más que antes de todo este caso el apostar por la entidad helvética y, además, reflejan la debilidad de la capacidad de la entidad para “respaldar los depósitos de ahorro” de toda la avalancha de clientes que les llegaba de Credit, aunque ojo, muchos se están yendo porque ahora ni UBS les parece una apuesta a seguir.
Un gigante bancario con 1,5 billones de euros en activos y claro líder europeo en banca privada y grandes patrimonios que ahora tendrá que ser sometida a una operación quirúrgica de reestructuración sin precedentes.
Los Gobiernos, a trabajar y los 16.000 millones de francos suizos en bonos AT1 de Credit Suisse amortizados a cero. Sus propietarios, por tanto, pierden toda su inversión.
Se crea un esquema de protección de pérdidas para UBS de 25.000 millones de francos suizos al integrar CS. Para cubrir ese impacto, además de los AT1 habrá unas garantías de hasta 9.000 millones que pone el Gobierno suizo después de que UBS asuma otros 5.000 millones. La ratio de capital deberá estar sobre el 13%.
¿Qué son los bonos AT1?
Los bonos adicionales de nivel 1, o AT1, forman parte de una familia de valores de capital bancario conocidos como Convertibles Contingentes o CoCos. Son bonos emitidos por los bancos que contribuyen al nivel total de capital que les exigen los reguladores y por esto no se suspendieron en 2020.
Los rendimientos de los AT1 pueden variar significativamente dependiendo de una serie de factores, como el tamaño, la geografía y la calidad percibida del banco, así como la estructura del propio bono AT1, pero a menudo pueden ofrecer una prima sobre todas las demás formas de deuda bancaria y bonos corporativos con una calificación similar.
En consecuencia, los AT1 se han convertido en un mercado importante para los inversores institucionales y se incluyen cada vez más en las carteras de renta fija de todo el mundo.
Y esto aplicado al caso, el hecho de que no haya sido una quiebra como tal, sino una operación de absorción por parte de UBS ha supuesto una variación en la jerarquía habitual.
El miedo se extiende por el mundo. Inversores en Singapur y Hong Kong ven con celo movimientos como estos al tiempo que los analistas hablan de perdedores a los tenedores de estos bonos. No están errados aunque sí que hablan de un precedente que se sienta aunque, ojo, cuidado porque el Banco Central Europeo y la Reserva Federal ya han avisado que donde ellos manden nunca pasará y que los primeros en perder, siempre, serán los accionistas.