viernes, noviembre 22, 2024
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Responsabilidad Social Corporativa: ¿qué es y por qué parece estar de moda?

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Cada vez es más común que las empresas le den mucha publicidad a sus acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Una tendencia que, al margen de estar más o menos de moda, tiene efectos beneficiosos tanto para el entorno como para el conjunto de la sociedad.

Porque implica una forma de trabajar y de actuar que tiene en cuenta factores que traspasan lo económico y que están estrechamente relacionados con cuestiones como el desarrollo igualitario o la sostenibilidad.

¿En qué consiste la Responsabilidad Social Corporativa?

La RSC se puede definir como una forma de gestionar las empresas que implica actuar de una manera más ética y responsable.

Los orígenes de la Responsabilidad Social Corporativa se dieron en el siglo XIX en Europa y Estados Unidos, cuando algunas empresas empezaron a preocuparse por cuestiones como la vivienda o el bienestar de sus empleados. También en esta época aparecieron agrupaciones que defendían que era poco ético que algunas personas se lucraran con productos que hacían daño a los individuos, como el alcohol o el tabaco.

Habría que esperar un siglo más, hasta 1983, para que se produjera la que está catalogada como una de las primeras acciones de filantropía empresarial de la historia. Jerry Welsh, vicepresidente ejecutivo de American Express, decidió que la firma bancaria donara un centavo para la restauración de la Estatua de la Libertad, por cada transacción que se hiciera con una de sus tarjetas. Consiguió recaudar 1,75 millones de dólares con los que se contribuyó a restaurar un símbolo de la nación estadounidense.

A finales de los años 90 del siglo pasado, instituciones como la Comisión Europea y la ONU empezaron a hacer referencias directas al concepto de Responsabilidad Social Corporativa.

A día de hoy, es un término que todavía está en construcción. Implica hacer negocios de una forma que sea justa, transparente y respetuosa con los derechos de las personas; pero también contribuir al desarrollo sostenible de la comunidad y cuidar el medio ambiente.

La importancia de la RSC en el momento actual

El mercado capitalista se ha centrado en la búsqueda de soluciones a corto plazo. Las empresas ofrecen productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades de los consumidores en este preciso momento.

No obstante, las organizaciones han sido creadas para perdurar, y actuar pensando solo en el momento presente puede poner en riesgo su supervivencia. Para que esto no se convierta en un problema, la alternativa es trabajar una buena reputación.

Si la empresa tiene una buena reputación, puede ir poniendo diferentes productos o servicios en el mercado según el momento y las necesidades de los consumidores, con la seguridad de que los va a vender. Porque esa reputación implica confianza y fidelidad por parte de los clientes.

La RSC es importante porque permite el desarrollo económico sin dejar de lado el desarrollo social y el cuidado del entorno, pero muchas empresas la practican porque es una buena forma de trabajar su imagen de marca y, con ella, de mejorar su reputación.

La Responsabilidad Social Corporativa tiene un coste para la empresa, pero cuando se traduce en una mejora de la reputación, se convierte, a la vez, en una fuente de ingresos.

Tipos de Responsabilidad Social Corporativa

Una de las características de la RSC es que tiene un carácter pluridimensional y se extiende a diferentes ámbitos dentro y fuera de la empresa: ayuda a atraer y retener el talento, promueve la protección de la seguridad y la salud en el trabajo, previene el fraude y la corrupción, protege los derechos humanos, defiende los intereses de los consumidores, entre otras cuestiones.

Para lograr objetivos tan diversos, las empresas pueden elegir entre cuatro tipos diferentes de RSC.

Responsabilidad medioambiental

En esta dimensión, las empresas se involucran de lleno en prácticas que son respetuosas con el medio ambiente.

Dependiendo del tamaño y el tipo de entidad de que se trate, las acciones llevadas a cabo pueden ser muy diferentes: plantar árboles para compensar la huella de carbono, implantar un programa de reciclaje, utilizar fuentes de energía renovables, programas de voluntariado para que sus empleados colaboran con entidades sin ánimo de lucro que se ocupan de cuidar el medio ambiente, etc.

Responsabilidad ética

En esta tipología se engloban prácticas comerciales que sean justas a todos los niveles: con los propios empleados, con los clientes, y con todos los individuos y organizaciones que sufren de manera directa o indirecta el impacto de las decisiones que se toman en la empresa.

Algunos ejemplos de RSC ética son abonar salarios por encima de la media en el sector, o utilizar materias primas procedentes de pequeños productores locales.

Responsabilidad filantrópica

Los consumidores actuales ya no solo exigen a las empresas que sean éticas en el desarrollo de su actividad, esperan que estas vayan un paso más allá y contribuyan al desarrollo de la comunidad.

La responsabilidad filantrópica puede consistir en donar una parte de los beneficios anuales para la investigación de la cura para una enfermedad, patrocinar un evento deportivo de recaudación de fondos, o poner en marcha un programa de ayuda para familias con pocos recursos.

Responsabildad económica

Se orienta a la toma de decisiones de carácter financiero que priorizan el bien común. Por ejemplo, contratar la compra de materias primas con un proveedor que, aunque más caro, garantiza que estas son de origen sostenible, o que respeta los derechos de sus trabajadores.

Casos de éxito de la RSC

En España, Inditex ha realizado diferentes campañas de recogida de ropa usada para donarla a ONGs, mientras que Mercadona ha implantado un novedoso sistema de descarga nocturna silenciosa para no molestar a los vecinos que viven cerca de sus tiendas.

A nivel internacional, Coca Cola está llevando a cabo diferentes acciones para conseguir que sus envases sean 100% reciclables y hacer una mejor gestión del agua en la fabricación de sus productos. Por su parte, Netflix ha puesto en marcha una baja de maternidad/paternidad pagada de 52 semanas, que los padres pueden coger en el primer año de vida de su hijo, o más adelante.

5 retos clave de la RSC en el siglo XXI

La Responsabilidad Social Corporativa está siempre en evolución y, aunque se ha avanzado mucho en esta materia, de cara a lo que resta de siglo hay cinco grandes retos que las empresas deben asumir:

  • Mejorar su credibilidad. Muchos ciudadanos ven las prácticas de RSC como una forma que tienen las empresas para «maquillar» otras acciones. El reto pasa por acabar con esta creencia y demostrar que la entidad tiene un verdadero compromiso de mejora del entorno y de la sociedad.
  • Comunicar mejor. Con frecuencia, la información que transmiten las empresas sobre sus prácticas de RSC suena demasiado pomposa e impostada. Todo el protagonismo se lo lleva la empresa, y la acción llevada a cabo pasa a un segundo plano. En este sentido, el reto es comunicar de una forma más transparente y sencilla, dando prioridad a lo que se está haciendo por la comunidad.
  • Extender la RSC a toda la cadena de valor. Las prácticas responsables tienen que darse dentro de todo el ciclo productivo y extenderse hasta la fase de venta.
  • Avanzar hacia un enfoque sectorial. Las acciones deben orientarse a las expectativas que la sociedad tiene sobre cada actividad empresarial.
  • Apoyar la innovación como medio para mejorar la vida de las personas. Creando productos y servicios que fomenten la igualdad de oportunidades a todos los niveles.

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