En los últimos años, el entorno económico y el empresarial han estado marcados por la incertidumbre. La pandemia, la transformación digital, la escasez de ciertos recursos, el encarecimiento de la producción… fenómenos que han puesto más de relieve que nunca lo importante que es el liderazgo dentro de las compañías.
En la década de los 20 del siglo XXI, el liderazgo basado en la inteligencia emocional se ha perfilado como la mejor herramienta para sacarle el máximo partido posible a las oportunidades que ofrece el mercado en un entorno altamente cambiante y volátil.
Los líderes ya no solo deben ser capaces de tomar decisiones acertadas que encaminen a las empresas hacia la consecución de sus metas, sino que tienen que inspirar y motivar a las personas que tienen bajo su dirección.
Qué se entiende por inteligencia emocional
Dentro de las habilidades y capacidades que pueden tener los empleados, la inteligencia emocional está clasificada como una habilidad blanda.
Esto quiere decir que no se asocia directamente con un puesto de trabajo, pero sí puede llegar a ser muy útil para hacer bien las tareas encomendadas.
Tanto entre los líderes como entre el personal que se encuentra a un nivel más bajo en la organización, la inteligencia artificial se ha convertido en una habilidad muy deseada por parte de los especialistas en Recursos Humanos.
Es la capacidad para reconocer, comprender y gestionar las propias emociones que, a la vez, permite percibir mejor y responder adecuadamente ante las emociones de los demás.
El líder que tiene inteligencia emocional es capaz de tomar conciencia de cómo se siente en cada momento y autorregularse, así como de prestar atención a lo que sienten los demás. El resultado es un equipo de trabajo mucho más eficiente y compenetrado, más productivo.
Impacto de la inteligencia emocional en las empresas y en la economía
Productividad
Un líder que es emocionalmente inteligente aborda y comprende las necesidades emocionales de sus empleados. Esto le permite crear un entorno laboral positivo y motivador que se traduce en una mayor productividad.
Retención del talento
Cubrir ciertas vacantes en las empresas se está volviendo especialmente complicado. Las compañías tienen que afrontar el difícil reto de atraer candidatos talentosos a sus procesos de selección, y de conseguir la fidelidad de sus empleados.
Un líder emocionalmente inteligente es capaz de crear relaciones sólidas y de confianza con sus empleados. Logrando que todos ellos se sientan valorados y apreciados.
El efecto inmediato es que el personal está menos dispuesto a marcharse de la empresa y, en consecuencia, desciende la tasa de rotación de empleados.
Esto implica para la empresa un gran ahorro de recursos, porque no tendrá que invertir tanto en nuevos procesos de selección y de adaptación de nuevos empleados.
Toma de decisiones estratégicas
Los líderes que tienen bien desarrollada su inteligencia emocional no se dejan llevar por la impulsividad ni por factores subjetivos cuando deben tomar decisiones.
Analizan la información que tienen a su disposición, siempre de una forma objetiva y manteniendo la vista puesta en la meta que desea alcanzar la empresa. De esta manera, las decisiones estratégicas se toman de manera informada y tienen más posibilidades de acabar teniendo resultados positivos para la compañía.
Con empleados que se sienten más a gusto y que son más productivos, y decisiones tomadas de una manera objetiva e informada, las empresas lo tienen un poco más fácil para lograr las metas que se han marcado.
Rasgos de los líderes con inteligencia emocional
Sinceridad
El líder que tiene altos niveles de inteligencia emocional es consciente de lo importante que es la comunicación dentro de la organización y, por eso, intenta promoverla todo lo posible.
Una de las mejores formas que tiene para hacerlo es mostrándose sincero en todo momento. No duda en halagar a un subordinado cuando es necesario, pero también sabe decir las cosas negativas.
Piensa fuera de la caja
Es un tipo de persona que no se limita a mantenerse en su zona de confort. Está dispuesto a arriesgar y anima a su equipo a tener ambición.
Esto le permite a la empresa seguir mejorando sus procesos y también la calidad de los productos y servicios ofrecidos.
Autorregulación
Una de las características más importante de un líder con un alto nivel de inteligencia emocional es que puede controlar sus emociones incluso en las situaciones de mayor estrés.
Mantener la calma le permite pensar de manera sosegada y llegar a soluciones que no deriven de la impulsividad. Además, esta forma de comportarse se contagia al resto de su equipo, que también se ve capaz de mantener la calma en situaciones difíciles.
Expresa sus emociones
Que pueda controlar sus emociones no quiere decir que este tipo de líder tenga miedo de expresarlas, es más bien todo lo contrario.
Sabe cómo pueden afectar ciertas emociones a quienes han de realizar una tarea. Y aprovecha ese conocimiento para mostrar aquellas que sabe que pueden impulsar a sus subordinados a dar lo mejor de sí mismos.
Casos de éxito de líderes que han aplicado la inteligencia emocional
Satya Nadella
Nadella es CEO de Microsoft desde 2014, y desde el primer momento ha promovido una cultura organizacional centrada en la empatía, la colaboración y la apertura hacia el cambio.
Este líder ha fomentado una comunicación abierta y ha alentado a sus empleados a ser más arriesgados y a aprender de los fracasos. Como resultado, Microsoft ha mejorado sus niveles de productividad y también se ha vuelto una empresa más innovadora.
Mary Barra
Barra es una de las pocas mujeres directivas que hay en el sector del motor. La CEO de General Motors ha abogado desde el primer momento por un estilo de liderazgo basado en la empatía y en la inclusión.
Ha dado especial importancia a valorar las opiniones y la perspectiva de todos los empleados, creando también programas de desarrollo de liderazgo muy vinculados con la inteligencia emocional.
Así ha conseguido un mayor compromiso por parte de los empleados y ha logrado importantes avances en materia de innovación y rentabilidad.
Marc Benioff
El cofundador, presiente y CEO de la empresa de software Salesforce ha basado su liderazgo en la inteligencia emocional y la responsabilidad social. Consiguiendo que su empresa sea reconocida por dar prioridad al bienestar de sus empleados y por su participación en la comunidad.
Esto ha permitido a Salesforce ser reconocida como uno de los mejores lugares para trabajar, e incrementar sus ventas gracias a la buena imagen pública que transmite.