Hace apenas dos años, las empresas emergentes no tenían problema para encontrar inversores, fuera cual fuera la fase en la que se encontrara el proyecto. Pero la situación fue cambiando a lo largo de 2022.
El fracaso de proyectos importantes llevó a algunos inversores a perder millones de euros. Esto, unido a que la reactivación de la economía tras la pandemia ofrece alternativas de inversión más seguras, ha llevado a los inversores a refugiarse en activos más seguros.
Como resultado, las empresas emergentes están teniendo dificultades para encontrar financiación. De hecho, en el caso concreto de España, encontrar inversores es más sencillo para las startups en estado de semilla o que están dando sus primeros pasos, que para las que ya llevan un tiempo operando en el mercado y están en disposición de crecer.
Un mal verano para las inversiones
El verano de 2023 ha seguido la misma tendencia en cuanto a inversiones en empresas emergentes que ya se venía observando en los meses anteriores.
El capital riesgo parece tener cada vez menos interés en el sector, y su inversión en Europa se volvió a reducir a la mitad durante el segundo trimestre del año. Dinámica que se ha repetido a lo largo de los meses de verano.
En España, el mercado de inversión en empresas emergentes ha estado bastante parado, y las pocas operaciones que se han cerrado se han centrado en empresas que están en fase semilla o en fases muy emergentes.
Las startups que ya llevan un tiempo en el mercado han preferido centrarse en obtener financiación ampliando la participación de sus accionistas actuales.
El peor registro en tres años
Tanto en 2021 como en 2022, el primer semestre del año se cerró con una inversión en startups españolas que superaba los 2.000 millones de euros. Mientras que este año no se ha llegado a los 1.000 millones de euros (se han captado algo más de 909 millones).
El descenso de la inversión de ha dado de manera progresiva. Enero fue el mejor mes del primer semestre, con una inversión total de 288.809.000 euros, y junio ha sido el peor, con una recaudación total de 88.125.000 euros.
Por sectores, el de la movilidad es el que mayor volumen de operaciones ha cerrado en los seis primeros meses de año, seguido del ocio y del de servicios.
A nivel territorial, las startups de la Comunidad de Madrid son las que más inversiones han conseguido, quedando por detrás Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.
Dos operaciones de gran relevancia
A pesar de que las empresas emergentes lo están teniendo un poco más complicado que hace un año para acceder a la financiación que necesitan, siguen produciéndose operaciones importantes.
Una de las más relevantes es la de la startup de logística Paack, que ha conseguido más de 40 millones de euros a través de capital riesgo y deuda tradicional.
La operación más importante del sector ha tenido como protagonista a Fever, empresa emergente dedicada a los eventos y el ocio, que a principios de año cerró una nueva ronda de financiación por algo más de 100 millones de euros.
El sector foodtech gana peso en el panorama startup
En los últimos años se ha producido un importante crecimiento en el número de empresas emergentes dedicadas al sector foodtech.
La inversión en estas ha crecido un 13,9% a nivel global con respecto a los primeros seis meses de 2022, fenómeno que también se repite en España.
Para los especialistas, la razón de ser del creciente interés de los inversores en empresas de este tipo es que el gasto de las empresas de hostelería y restauración en tecnología está creciendo, y esta es una inversión que ayuda a ahorrar tiempo y recursos, contribuyendo a mejorar la economía en su conjunto.