Las empresas emergentes fueron un auténtico boom en materia de inversiones entre 2020 y 2021. Pero en 2022, con el restablecimiento de la normalidad tras la pandemia, los inversores volvieron a poner su interés en otro tipo de empresas.
Esto, unido a sonados fracasos de startups que prometían que iban a revolucionar su sector, ha dado lugar a que 2023 esté siendo un año especialmente complicado a la hora de encontrar financiación.
La inestabilidad geopolítica tampoco ayuda. Con la economía en un momento en el que es muy complicado hacer previsiones sobre su evolución, los inversores prefieren «resguardarse» en activos más seguros.
Ahora que la financiación no fluye al mismo ritmo que antes, muchas startups están recurriendo a los reajustes en su plantilla como medida para ahorrar.
Despidos en las startups
El conocido como «invierno inversor» se está prolongando más de lo que era esperado, y muchas empresas emergentes empiezan a quedarse sin liquidez.
El año pasado, las afectadas por no conseguir los resultados esperados fueron las grandes empresas tecnológicas, lo que acabó dando como resultado miles de despidos. Este fenómeno comenzó en Estados Unidos, pero no tardó en extenderse por todo el mundo.
Ahora son las startups las que están optando por reajustar la plantilla ante la imposibilidad de cumplir sus metas financieras.
Dos grandes startups españolas como Heura y Factorial anunciaron en su momento reestructuraciones de plantilla que afectaron a más del 10% de su personal.
Si hasta hace unos meses la estrategia de las empresas emergentes se basaba en conseguir un crecimiento lo más rápido posible, ahora adoptan un enfoque más clásico y prefieren consolidar su modelo de negocio y hacerlo sostenible a todos los niveles. Esto implica ajustes a muchos niveles, principalmente en materia de personal.
Un reciente estudio de CaixaBank DayOne destaca que este tipo de ajustes son saludables, porque dan paso a un modelo de crecimiento mucho más racional y adecuado al momento que atraviesan la economía y los mercados.
En el caso del ecosistema startup español, los expertos no creen que se vayan a producir miles de despidos, pero sí destacan que se aprecia más rotación de personal que hace unos años.
Además, no todas las empresas emergentes están despidiendo, también hay otras que están contratando. Aunque siguen buscando perfiles técnicos, se muestran más moderadas a la hora de ofrecer sueldos muy elevados.
Aprovechando los despidos de las grandes tecnológicas
Para las startups que sí están contratando, el momento es ideal para captar talento disponible en el mercado. Porque la ola de despidos del sector tecnológico ha dejado a muchos profesionales en el paro.
Hasta hace unos meses, contratar a un profesional técnico con amplia experiencia era especialmente complicado para las empresas emergentes. Ahora, estas se encuentran con que son los propios profesionales los que se acercan a ellas en busca no solo de un empleo, sino también de un cambio de aires que les permita desarrollar todavía más sus capacidades.
La incidencia de la Ley de Startups
La Ley Crea y Crece, conocida como Ley de Startups, está jugando un importante papel en la captación de talento por parte de las startups de personal despedido de grandes tecnológicas.
Porque contiene medidas que ayudan a la contratación, como algunas exenciones fiscales que permiten ahorrar.
En líneas generales, a pesar de las dificultades, se espera que este acabe siendo un buen año para las empresas emergentes. Tal y como refleja la cuarta edición del Análisis de una nueva generación de startups en España y Portugal, la previsión es que estas dupliquen su plantilla a lo largo de 2023.
A corto plazo, estas entidades tienen capacidad para crear hasta 7.000 puestos de trabajo.