Con la llegada de la pandemia, el teletrabajo se extendió a nivel mundial. Frente a la idea preconcebida en las empresas de que el trabajo en remoto restaría productividad, acabó ocurriendo todo lo contrario.
Con la vuelta a la normalidad, algunas compañías decidieron optar por una modalidad de trabajo flexible en la que sus empleados podían asistir algunos días a la semana a la oficina y otros trabajar desde su domicilio. Aunque hubo entidades que optaron por mantener el teletrabajo al 100%, fueron las menos.
Casi dos años después de que la pandemia empezara a remitir, algunas de las empresas que en su momento apostaron por el trabajo en remoto ahora imponen a sus trabajadores la vuelta a la oficina.
La última en sumarse a esta tendencia ha sido IBM. En un reciente comunicado dirigido a sus cargos intermedios, les conmina a pasar más tiempo en la oficina y menos trabajando de forma remota.
Arvind Krishna, CEO de IBM, nunca se ha mostrado partidario del teletrabajo y, en una reciente entrevista, dejó claro que los ascensos serán menos habituales entre el conjunto de empleados que no van nunca a la oficina.
IMB exige a sus empleados vivir a menos de 80 kilómetros
En su momento, grandes compañías tecnológicas llegaron a asegurar que el trabajo presencial había pasado para ellas a la historia. Que aquellos de sus empleados que así lo desearan, podrían continuar trabando en remoto de forma indefinida. Pero muchas han cambiado de opinión.
Esto ha supuesto un importante perjuicio para los empleados. Porque muchos de ellos decidieron abandonar las grandes ciudades, vender sus propiedades y trasladarse a lugares más tranquilos. Seguros de que su decisión no iba a suponer un problema para el desarrollo de su carrera profesional.
Sin embargo, IBM ha tomado dos medidas en este sentido que afectan directamente a la vida de sus empleados. Por un lado, aquellos que vivan a más de 80 kilómetros de la oficina, van a tener que mudarse más cerca de las instalaciones. Con el fin de que los empleados puedan acudir con más frecuencia a la oficina.
Los únicos que están exentos de esta obligación son aquellos que estén haciendo el servicio militar o aleguen motivos médicos que puedan justificar su residencia en un lugar más lejano.
La segunda medida es la puesta en venta de algunas de sus oficinas. IBM quiere reducir su huella inmobiliaria y está deshaciéndose de parte de sus propiedades.
Esto implica que, empleados que ahora viven cerca de su centro de trabajo, quizá tengan que mudarse próximamente para adaptarse a la nueva norma que les obliga a vivir cerca de su oficina, si IBM vende el centro de trabajo al que están adscritos actualmente.
Lo que espera el gigante tecnológico con estas decisiones es que sus ejecutivos y gerentes de personal estén presentes en la oficina, como mínimo, tres días por semana.
La compañía adoptará medidas disciplinarias
Para asegurarse de que la presencialidad en sus oficinas vuelve a ser lo habitual, IBM ha anunciado que tomará medidas disciplinarias frente a aquellos que no cumplan con las nuevas obligaciones.
El plazo para que los miembros de la plantilla que lo necesiten hagan su mudanza a un lugar más cercano a las instalaciones de la empresa, acaba el próximo mes de agosto.
En un momento en el que los despidos masivos en el sector tech vuelven a resurgir con fuerza, la amenaza de IBM ha sido tomada muy en serio por toda su plantilla.
Otras empresas adoptan medidas similares
La decisión de IBM no es única en el sector de la tecnología. Otras compañías como Meta y Google también están conminando a sus empleados a volver a la presencialidad.
Aquellos que prefieran seguir trabajando más tiempo desde casa pueden ver afectadas sus valoraciones de rendimiento, lo que les restará puntos en el futuro de cara a un posible ascenso.