En respuesta a las preguntas de los periodistas, Camino ha dicho que la Iglesia desea que se profundice en el espíritu de la reconciliación de todos los españoles y que «respeta y apoya que se busque y se honre a todos los seres queridos, siempre que libremente así lo deseen los familiares».
La Iglesia, ha añadido, apoya la búsqueda de los restos de los desaparecidos en la contienda y que sean honrados «los restos de todos, porque entre ellos también están muchos de los restos de los que han sido beatificados. Todos -recalcó- se merecen ser honrados»
Lo que la Iglesia «no busca y pide por favor que no se haga, es que nadie busque culpables ni culpas, y opina, desde este punto de vista, que conviene olvidar, porque esa cuestión ya había quedado superada hace tiempo».
Y en este sentido recordó la opinión mantenida por la jerarquía eclesiástica española en alguno de sus documentos, que también había citado el cardenal Rouco en su discurso, entre otros, el discurso de la Asamblea Plenaria de noviembre de 1999 sobre la «necesidad de perdón y de signos de reconciliación en todos los campos».
«Deseamos -dice el documento- pedir el perdón de Dios para todos los que se vieron implicados en acciones que el Evangelio reprueba, estuvieran en uno u otro lado de los frentes trazados por la guerra».
Polémica por los crucifijos
Juan Antonio Martínez Camino se refirió también a la polémica creada en torno a la sentencia que obliga a un colegio público de Valladolid a reti rar los crucifijos de sus aulas, y recordó que este miércoles el arzobispo de esa diócesis había hecho pública una carta pastoral suficientemente ilustrativa al respecto.
Braulio Rodríguez defiende en su carta pastoral el crucifijo como «símbolo» de la cultura y de la historia que han configurado «el Occidente en el que vivimos y los valores que sostienen la democracia», y como expresión de «los valores civiles que delinean la sana laicidad» española.
Para Camino «la cruz no debe ser temida por nadie, porque es símbolo de libertad», y recordó las palabras de Cristo en el Evangelio «dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Y en este sentido, agregó, la cruz «es una garantía contra los intentos totalitaristas en la vida política o en la propia Iglesia».