Según la agencia a AFP que cita a responsables locales, los dos periodistas son un español y un francés, que fueron raptados en Bosaso, la capital económica de la región separatista somalí de Puntland. Sin embargo, un portavoz de la Policía de Puntland tiene otra versión sobre la nacionalidad de los afectados. «Creo que los periodistas son británicos, pero aún estamos investigando… Hemos enviado a los agentes a liberarlos», ha manifestado Abshir Said Jama.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español está intentando ratificar estas informaciones, todavía sin resultados. Los reporteros extranjeros generalmente cumplen su trabajo desde fuera de Somalia, dejando las informaciones de este país a los periodistas locales. Pero, a pesar de la peligrosidad, muchos profesionales se adentran en busca de información, aunque alquilando la protección de milicianos armados. «Estos periodistas llegaron a Puntland y comenzaron a trabajar sin procurar obtener una escolta del Gobierno. Estamos averiguando dónde han sido llevados y quiénes son los raptores «, ha añadido Bile Mohamoud Qabowsade.
Más periodistas secuestrados
Dos periodistas ‘freelance’ de nacionalidad australiana y canadiense fueron secuestrados el pasado agosto en la capital somalí, Mogadiscio, y todavía no han sido liberados.
Un jefe de la Policía de Puntlandia, que no quiso facilitar su identidad, dijo a Efe desde Bosaso por teléfono que «varios pistoleros asaltaron a los dos periodistas y se los llevaron con ellos».
También en Puntlandia, en diciembre del pasado año, una médico española y una enfermera argentina fueron secuestradas por pistoleros, que las liberaron en enero de este año tras cobrar un rescate que, según fuentes locales, ascendió a 200.000 dólares.
En los últimos meses, los piratas de Puntlandia han incrementado su actividad y capturado varias decenas de barcos, entre ellos el superpetrolero saudí «Sirius Star», y el carguero ucraniano «Faina», cargado de armamento, y ambos permanecen en su poder junto a una quincena más de buques por los que esperan cobrar rescates.