Las tropas estadounidenses, cerca de 150.000 soldados, están presentes en Iraq gracias a un mandato dado por el Consejo de Seguridad de la ONU que vence el 31 de diciembre de este año. Si el Parlamento no aprobaba el pacto existía la posibilidad de que se prorrogara ese mandato.
El convenio estaba siendo negociado por representantes de los gobiernos de Iraq y de EEUU desde marzo pasado, en medio de frecuentes advertencias de la oposición iraquí, preocupada porque el pacto pueda lesionar la soberanía iraquí. El acuerdo ya había recibido la luz verde del Gobierno por lo que, a partir de este viernes sólo queda el trámite del Consejo Presidencial (el presidente y los dos vicepresidentes), pero todo parece indicar que también será ratificado.
El Parlamento también aprobó, con 144 votos, otro convenio, el Acuerdo Marco Estratégico sobre las Relaciones entre EEUU e Iraq, un documento con unas funciones más a largo plazo que también es clave para la política exterior de Iraq.
Como se esperaba, en la sesión de este jueves votó en contra el grupo de legisladores fiel al líder chií Muqtada al Sadr. Nada más producirse la votación, este grupo calificó el acuerdo de «ilegal e inconstitucional» y aseguró que no es vinculante para quienes no lo hayan ratificado. «El acuerdo fue aprobado de manera que contradice las leyes constitucionales», afirmó uno de los dirigentes de ese grupo en declaraciones a los periodistas, apoyado por varios legisladores, algunos de ellos mujeres que vestían el velo tradicional chií.
La «época de la traición»
Los partidarios del líder chií, que hasta mayo pasado mantenía un ejército privado integrado por miles de hombres que luchaban contra la ocupación estadounidense, dijeron que, a partir de este jueves, «comienza la época de la traición».
Al Sadr, de quien se sospecha está en Irán, había amenazado con pedir a sus partidarios resistir la presencia militar estadounidense si se aprobaba el pacto, y en las últimas semanas había convocado manifestaciones multitudinarias en contra del convenio. Según sus legisladores, el convenio ratificado este jueves por el Parlamento pone en peligro al pueblo iraquí, sus derechos y su independencia como nación, a causa de la presencia «de las tropas de ocupación».
De momento, este bloque político de la oposición, que tiene 30 escaños en el Parlamento unicameral iraquí, anunció que recurrirá ante los tribunales para intentar que no entre en vigor el pacto que asegura la presencia de las tropas estadounidenses.
La sesión comenzó sin que se tuviera claro qué iba a pasar, con temores de que el convenio no fuera aprobado y que el poder legislativo comenzara un receso de tres semanas sin poder cerrar el tema.
El texto aprobado incluye la convocatoria de un referéndum, el 30 de julio próximo, en el que los iraquíes se pronunciarán sobre el pacto teniendo en cuenta el grado de cumplimiento de EEUU. Aunque el convenio fija la retirada definitiva de las tropas norteamericanas antes de fines del 2011, también establece que los soldados estadounidenses se retirarán de las ciudades antes de que termine el primer semestre del 2009. En ese referéndum, por lo tanto, se analizará si este último compromiso se ha respetado.
Entre los grupos ausentes en la sesión de este jueves figuraba Al Fadila, que cuenta con quince escaños. Un diputado de ese grupo Hasan al Shambri declaró a los periodistas que sus legisladores habían decidido no presentarse en el Parlamento «porque no hay garantías suficientes sobre la posición norteamericana».
El presidente de EEUU, George W. Bush, felicitó al Parlamento iraquí por la aprobación de los acuerdos que regularán la presencia de las tropas estadounidense en el país.