Forster asegura en la carta, según Auto motor und sport, que la empresa debe reducir el horario de trabajo, bajar los costes salariales y aplicar otras iniciativas para disminuir los costes.
El responsable de General Motors en Europa quiere conseguirlo sin recortar personal y aseguró que «intentaremos lograr nuestros objetivos de costes estructurales con otras medidas».
Forster advirtió de recortes ulteriores en caso de que empeore la situación en el mercado automovilístico europeo y bajen más las ventas.
Añadió que la crisis de Opel no tiene que ver con los problemas de la casa matriz en EEUU, asegurando que «esto no tiene que ver con los esfuerzos de asegurar liquidez o con la situación en EEUU.
GM ha consolidado el negocio en Norteamérica más de un 30 %, incluida la reducción de 10.000 empleos», dijo Forster.