En octubre de 2006, fue secuestrado en la franja de Gaza Emilio Fernández Morenatti, un fotógrafo de plantilla de la agencia EFE en excedencia, que entonces trabajaba con contrato provisional para la agencia estadounidense Associated Press. Morenatti fue liberado quince horas después, tras intensas gestiones diplomáticas.
En 2004, resultó retenido durante varias horas en una mezquita de Nayaf (Iraq) el reportero de Radio Nacional de España, Fran Sevilla, por milicianos del clérigo Muqtada Al Sadr.
También fue víctima de un secuestro, en 1999, el periodista Javier Espinosa, enviado especial del diario El Mundo a Sierra Leona.
La responsable de su captura fue la guerrilla del país, que condicionaba su liberación a que la BBC emitiera un comunicado desmintiendo que el grupo rebelde fuera el responsable de las atrocidades contra la población civil.
Unas 48 horas después del secuestro y tras la emisión del mensaje e intensas negociaciones diplomáticas, Espinosa fue liberado.
Por último, en 1988, el periodista Jesús Manuel Aguirre Chavarría fue secuestrado durante 48 horas en la población de Tejutla, al norte de San Salvador.
Tras su liberación, Aguirre Chavarría calificó el secuestro como «enmarcado en una campaña de desprestigio contra extranjeros».