Por razones todavía sin determinar, el avión se estrelló a unos ocho kilómetros frente a las costas de Saint-Cyprien, cerca de Perpiñán, en medio de unas malas condiciones climatológicas, con fuerte lluvia y viento de tramontana.
Los radares franceses perdieron su señal en torno a las 15.45 horas GMT y poco más tarde sus restos fueron avistados por un barco civil que avisó a los servicios de rescate.
Dos barcos de los servicios de guardacostas, un avión de la marina francesa que efectuaba maniobras cerca y un helicóptero fueron enviados a la zona, precisaron fuentes de Protección Civil. La noche y las condiciones climatológicas están dificultando las labores de búsqueda de los desaparecidos.
Airbus ha desplazado a la zona del siniestro un equipo de cinco expertos para apoyar con asistencia técnica a las autoridades francesas, según informó el fabricante en un comunicado en el que se solidarizó con las familias y los allegados de las víctimas.
El avión, un aparato de doble motor con capacidad para 150 pasajeros, fue entregado a la compañía neozelandesa en julio de 2005 y acumulaba 7.000 horas de vuelo, señaló Airbus, filial del consorcio aeronáutico europeo EADS.