Bono aprovechó para subrayar que la Presidencia de la Cámara Baja es una de las responsabilidades «más honrosas que puede tener un político español en la democracia». «Me siento muy honrado y agradecido», apostilló.
El político socialista admitió que cuando dejó el Ministerio de Defensa creyó que dejaba «la primera línea política para siempre». Sin embargo, comentó que cambió de decisión cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le ofreció ser diputado para después proponerle como presidente de la Cámara, una propuesta ante la que se sintió extraordinariamente honrado y que le hizo reconsiderar su vuelta a la política activa.
Reforma de la Ley Electoral
En otro punto de su intervención, el presidente del Congreso abogó por una reforma de la Ley Electoral que contribuya a que «los electos se sientan mucho más cerca de los electores, que las cúpulas de los partidos que elaboran las listas electorales».
Aunque recalcó que no le corresponde a él lanzar este tipo de propuestas y que cualquier reforma de las «reglas del juego» debe acometerse por consenso, sí apuntó la conveniencia de avanzar hacia un sistema mixto para las elecciones al Congreso que combine los «distritos uninominales» con otros «más amplios, como los autonómicos o los de carácter nacional».
«Se podría hacer un acercamiento suave en este sentido», señaló, tras alabar el sistema de Reino Unido, porque crea «importantes nexos con los electores» y aleja «el peligro de que los electos «tiendan a querer llevarse mejor con los que hacen las candidaturas que con los que hacen las elecciones».