No obstante, el pasado 27 de mayo la entidad francesa anunció su intención de congelar «nuevas operaciones de expansión», así como de poner a la venta activos por valor de 5.000 millones de euros, tras conocerse la caída de sus resultados trimestrales en un 66,4 por ciento.
Crédit Agricole dejó claro entonces que no tenía «interés inminente» en aumentar su participación en Bankinter, a la que calificó de «inversión financiera» a «medio y largo plazo», tras insistir en que nunca había pretendido lanzar una opa sobre el banco español, sino «desarrollar alianzas» con sus directivos, igual que hizo con Banco Espírito Santo en Portugal o con Banca Intesa en Italia.
Por su parte, el segundo accionista de Bankinter, el ex presidente y ex consejero del banco Jaime Botín -a través de la sociedad Cartival- no ha perdido de vista al banco francés desde que desembarcara en la entidad en noviembre pasado y ha ido elevando su participación hasta el actual 16,3%, aunque tiene permiso del Banco de España para llegar al 24,9%.