Así lo han informado este viernes fuentes jurídicas, que han añadido que el juez Fernando Andreu ha admitido a trámite la querella interpuesta contra Sanz y otras personas por un intermediario italiano llamado Desiderio Rosatto, que asegura que el ex dirigente madridista le adeuda 2,4 millones de euros.
Según la querella, Sanz contactó con Rosatto para vender -a través de la sociedad Sarl Paradisio, de la que es accionista- un edificio situado en la citada localidad francesa. Rosatto consiguió un comprador, la sociedad Ristrutturazione Inmobiliaria Roma, que pagó a Sanz 1,2 millones de euros a la firma del contrato de arras.
Sin embargo, Sanz decidió finalmente no efectuar la venta, por lo que se vio obligado a pagar el doble de la señal recibida, es decir, 2,4 millones de euros.
Debe dinero
La querella añade que, el pasado mes de febrero, el ex presidente del Real Madrid envió a Rosatto un documento en el que aseguraba haber realizado una transferencia por ese importe a través del Club Deportivo Mérida y aportaba un resguardo de la operación.
El querellante, sin embargo, afirma que no ha recibido cantidad alguna y que el resguardo es falso. Sanz ha acudido hoy a la Audiencia Nacional, donde el juez le ha dado traslado de la querella interpuesta contra él por estos hechos y le ha citado para tomarle declaración como imputado el próximo miércoles.
El pasado 26 de septiembre el ex presidente del Real Madrid fue detenido durante unas horas en Córdoba también en relación con un presunto delito de estafa a raíz de la denuncia interpuesta por una entidad bancaria.