Rajoy lanzó este reto al jefe del Gobierno en los últimos minutos del debate celebrado con motivo de su comparecencia para explicar las medidas de reactivación de la economía, el cual cerró el propio Zapatero asegurando a Rajoy que puede seguir en la misma línea respecto a Lukoil pero que «no hay caso».
Zapatero evitó hasta el último momento de un debate de más de cinco horas pronunciarse sobre la polémica operación, pese a los emplazamientos que en este sentido le hicieron varios portavoces.
Pero ante la insistencia de Rajoy, finalmente el presidente volvió a descartar que el Ejecutivo vaya a participar en el accionariado de ninguna empresa privada, aunque pertenezca a un sector estratégico.
Zapatero insistió en que una eventual operación sobre Repsol «es un tema de naturaleza empresarial, aunque están afectados los intereses estratégicos de España», en respuesta a los reproches de Rajoy, que le criticó por no hacer nada para evitar «la entrada de una empresa rusa, cuanto menos dudosa, en nuestro país».
Ante esta afirmación, el presidente pidió a Rajoy que fuera «más ponderado» en sus juicios sobre Lukoil, aunque sólo fuera por interés estratégico y diplomático, dado que Rusia es el primer país proveedor de petróleo de España.
«Yo creía que con la caída del Muro las cosas habían cambiado, pero se ve que hay obsesiones e impulsos que se mantienen de manera eterna», añadió Zapatero.
Además, Zapatero rechazó que el Gobierno esté ayudando a la constructora y accionista de Repsol Sacyr por el hecho de que su presidente, Luis del Rivero, pueda ser próximo al PSOE.
Rajoy justificó su preocupación por la entrada de la empresa rusa en el capital de la petrolera española en la experiencia, ya que «se vivió algo parecido con Endesa, ahora propiedad del Estado italiano».
También recordó que en aquel momento el Gobierno hablaba de campeones nacionales «para luego impedir la entrada de una empresa privada comunitaria en España (en referencia a la alemana E.ON) y después traer una empresa pública como Enel».
Por su parte, el portavoz de ICV, Joan Herrera, se preguntó si no es el momento de que el Gobierno compre acciones de Repsol para garantizar una participación pública en esta empresa, como ocurre por ejemplo en Alemania, donde el Gobierno de la Baja Sajonia «controla» la compañía automovilística SEAT.
En este sentido, se lamentó de que en España parezca «inasumible» la participación pública en sectores estratégicos.
En la misma línea, el diputado de BNG Francisco Jorquera, reclamó que se recurra a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para participar en el capital de empresas estratégicas como Repsol YPF.