Arquitecto y académico de la Real de Bellas Artes, el galardonado agradeció la generosidad y afecto depositado en él y en su labor como arquitecto y subrayó «lo que ha sido, es y será mi vida como un trabajador en varios oficios, en varios medios expresivos y cómo, precisamente al mantener esa actitud abierta, he cosechado algunos frutos en la arquitectura casi sin esfuerzo».
El galardón, con carácter bianual, fue creado por el Consejo Superior de Arquitectos de España para premiar en vida a personas o instituciones que hayan contribuido al máximo nivel cultural y social de la arquitectura, en beneficio del mejor desarrollo de las actividades del hombre.
Responsable de los Teatros del Canal de Madrid
El galardonado cuenta con obras como el Palacio de Congresos de Salamanca; el Museo Nacional de Altamira; el Museo Nacional de la Evolución; el Instituto del Conocimiento de Arqueología y Arquitectura de Amersfoort en Holanda; la ampliación de la Escuela de Música de la Universidad de Princenton o los Teatros del Canal en Madrid.
Navarro Baldeweg (Santander,1939), ha sido galardonado con distinciones como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, la Medalla de Oro Heinrich Tessenow y Premio Nacional de Artes Plásticas (1990).
Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), es académico, además de la de Bellas Artes de San Fernando, de la Academia Europea de Ciencias y Artes (1997) o de la Real Academia de Doctores de España.
Volcado en diferentes géneros expresivos
En su discurso, Navarro Baldeweg recordó que desde joven se volcó instintiva, vocacionalmente, en diferentes géneros expresivos, rodeándose de artistas, pintores o escultores, escritores o poetas. «Esa inclinación siempre me ha acompañado y me he integrado en diversos campos y tareas», dijo.
La influencia que ello ha generado, afirmó, «también me ha afectado y enriquecido profundamente. Por eso, me considero ocupante de una ‘habitación imaginaria'». La arquitectura, dijo, es una encarnación física que incorpora muchos aspectos y señales de esa habitación plural.
Tuvo palabras de recuerdo para otros arquitectos y destacó la influencia que tuvo sobre él Gyorgy Kepes y el universo que le rodeaba, que abarcaba fotografía, pintura, diseño, artes gráficas, instalaciones, cine, ciencia y la técnica en general y, por supuesto, la arquitectura y la ciudad.
«Con él aprendí a ver el mundo como un paisaje coherente, como un universo consistente, con un alma propia. Ese mirar interrogante y circunspecto sobre lo que nos rodea, lo que somos, sobre la tierra, la biología y los diversos soportes expresivos constituyó pronto el objetivo de mi tarea».
La arquitectura como un hecho fundamentalmente transitivo
Navarro Baldeweg afirmó tener una visión de la obra de arte y la arquitectura como un hecho fundamentalmente transitivo. «A lo largo de los años he venido definiendo y redefiniendo lo mismo, esa naturaleza transitiva que reclama y señala a algo fundamental y previo que está más allá de la obra concreta».
Comentó los cambios mantenidos ante una tierra «que ya no es virgen en su mayor parte y que está profundamente alterada por la intervención humana.
La tierra es tierra construida, artificial» y afirmó que hoy hay que trabajar sobre lo ya construido y la tarea de organizar pasa a ser la tarea de transformar cuerpos ya formados».