Cerca de setenta embarcaciones han sido secuestradas a lo largo del presente año por grupos de piratas somalíes, que en la actualidad aún mantienen retenidas 19 y negocian los rescates para su liberación.
Entre las embarcaciones que permanecen secuestradas está el carguero ucraniano Faina, con tanques y otro armamento destinado a Kenia, y el superpetrolero saudí Sirius Star, con capacidad para dos millones de barriles de crudo, el buque más grande capturado por los piratas somalíes.
Las aguas de Somalia y del golfo de Adén, que da acceso al mar Rojo y el canal de Suez, se han convertido en las más peligrosas del mundo y han hecho que algunas compañías navieras hayan desplazado sus rutas al cabo de Buena Esperanza, mucho más largas pero más seguras.