El equipo sueco se combinó perfectamente en la modalidad de ‘foursomes’ (golpes alternos a la misma bola) y recuperó los cuatro golpes de ventaja con los que partía el tándem español al inicio del día.
Un total de nueve ‘birdies’ permitieron el milagro y confirmaron los pronósticos que al inicio del abierto les situaban cómo máximos favoritos a la victoria final.
El campo diseñado por el golfista vasco José María Olazábal no fue talismán para Jiménez y Larrazábal, que tuvieron una jornada aciaga, cerrando los 18 hoyos de Mission Hills en 70 golpes, para terminar el torneo con 264 impactos (64+63+67+70), tres por encima de los ganadores.
España repite así la segunda plaza lograda en 2004, pero sin poder lograr el penta campeonato (hasta la fecha suma cuatro victorias: 1976, 1977, 1982 y 1984), después de casi un cuarto de siglo sin saborear las mieles del éxito.
Peor todavía le fueron las cosas al dúo australiano, que abrió la jornada en cabeza junto con España y que firmó unos desastrosos 76 golpes, para terminar compartiendo tercera posición con Japón, a nueve de la victoria.
De esta manera, Suecia se apunta su segundo Copa del Mundo por equipos de golf en 49 participaciones, repitiendo el triunfo logrado por Per-Ulrik Johansson y Anders Forsbrand en la edición de 1991, disputada en Roma.
Aparte del trofeo, Karlsson, de 39 años, y Stenson, de 32, se llevarán a casa cada uno un cheque por valor de 850.000 dólares (670.000 euros) por su victoria.
Por su parte, el resto de equipos latinoamericanos continuaron sus recorridos con suerte dispar: Chile cerró el torneo en una gran décima plaza (276 golpes acumulados), empatado con Filipinas y Francia. tras realizar 67 golpes en la última vuelta
Guatemala igualó en vigésimo segunda posición con Nueva Zelanda, con 283 impactos, mientras que México acabó vigésimo séptimo, con 288, y Venezuela cerró la tabla, vigésimo octava, con 294 golpes.