Los choques comenzaron al día siguiente de unas elecciones locales, que el opositor Partido de Todos los Pueblos de Nigeria (ANPP) denunció como fraudulentas en detrimento de su candidato a la presidencia del consejo local de Jos Norte, frente al aspirante del gobernante Partido Democrático Popular (PDP).
Sin embargo, cuando las autoridades electorales anunciaron el pasado sábado que el partido gubernamental había ganado en las 17 circunscripciones en juego, los motines degeneraron en enfrentamiento entre miembros de la etnia hausa, musulmana, y de los beroms, en su mayoría cristianos. El partido ANPP es respaldado mayormente por los hausas y el PDP cuenta con más apoyo entre los beroms.
La Policía informó de que más de 1.500 personas, en su mayoría llegadas desde los estados vecinos, han sido arrestadas por su supuesta participación en los enfrentamientos, que han dejado también decenas de iglesias y mezquitas incendiadas.
La Asociación Cristiana de Nigeria (CAN, en inglés) ha expresado «gran dolor y tristeza» ante la violencia desatada. «Estamos muy sorprendidos por el giro de los acontecimientos en Jos. Creíamos que se trataba de un asunto político, pero todo parece indicar que no es así y estamos muy doloridos porque algunas de nuestras iglesias y propiedades fueron atacadas y algunos de nuestros feligreses y clérigos asesinados», dijo a los periodistas el presidente de CAN en Plateau, Ignatius Kaigama.
El presidente nigeriano, Umaru Yar’Adua, ordenó el despliegue inmediato de tropas del Ejército en Jos, cuyo gobernador ha impuesto el toque de queda y ha ordenado a las fuerzas de seguridad disparar contra quienes cometan actos de violencia.
El área de Plateu fue epicentro en el 2001 de choques similares que dejaron un saldo de al menos un millar de muertos. Los motines se repitieron en 2004 y las víctimas mortales fueron más de 700. En ambas ocasiones el Gobierno se vio obligado a declarar el estado de emergencia para restaurar el orden en la región.