Esta liquidez ha de servir para terminar los cerca de 250 pisos que faltan por entregar y que construye Agromán, filial constructora de Ferrovial, que tiene un 20% de Habitat y cuyo apoyo será clave para poder cumplir con los compromisos suscritos.
Cuando Habitat compró a Ferrovial su división inmobiliaria por 2.200 millones hace casi dos años, precisamente la operación que generó la deuda y que ha provocado el concurso, se comprometió a que sus promociones las construiría Agromán.
El precio de la venta de la sede, un edificio que comercializa la firma de consultoría Jordà y Guasch, no ha transcendido, pero dejando aparte la hipoteca que pesa sobre la nueva sede, Habitat percibirá cerca de 10 millones de liquidez para seguir en marcha con las obras en curso.
Caixa Manresa, que no es uno de los bancos acreedores de la promotora catalana, planea utilizar los 4.000 metros cuadrados de la sede de Habitat, comprada en muy buenas condiciones, para instalar su nueva sede institucional en Barcelona.
El objetivo de Habitat al vender su sede es mantener la actividad de la empresa y cumplir así el compromiso de Bruno Figueras de poder acabar los pisos iniciados y de que el concurso no afecte a los compradores que tengan comprometido un piso con la promotora.